viernes, 29 de julio de 2016

PAQUETE FASC 2

Al estudiar los fascículos que comprenden este compendio fascicular, reconociste la organización económica y política de los países en la postguerra, también estudiaste los factores que intervinieron en la Segunda Guerra Mundial; así como, los principales hechos que la originaron y el desarrollo industrial, político y cultural de nuestro país, también los movimientos estudiantiles que surgieron en la década de los sesentas.
La Primera Guerra Mundial , fue la primera del siglo XX en la historia de la humanidad en la que intervinieron países de tres continentes, esto fue por el control de áreas de influencia económica, política y militar.
Entre los años de 1919 y 1939 se le conoce como periodo de entre guerras, varios países europeos tuvieron un comportamiento económico similar.
El mundo quedó dividido en bloques; el primer bloque lo formaron las potencias occidentales (Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia), caracterizadas por una economía de mercado.
El segundo bloque, representado por los países fascistas, Alemania e Italia dirigidos por gobiernos dictatoriales y el tercer grupo formado por los países socialistas recién fundados, con una forma de gobierno centralizado y con una economía dirigida por el Estado, controlando todos los medios de producción.
En la década de los años 30´s, las tensiones internacionales provocadas por la crisis económica mundial fueron preparando el terreno para que se diera el estallido de la Segunda Guerra Mundial, en esos años el mundo occidental se encontraba dividido en países que poseían imperios coloniales tales como Inglaterra, Francia y Estados Unidos y por otro lado países que carecían del abastecimiento de materias primas y no contaban con mercados, como era el caso de Italia, Alemania y Japón.
La Segunda Guerra Mundial superó con creces los niveles de destrucción y de horror de la primera.
Los nazis, necesitaban acabar con el problema judío y con la invasión a Polonia los alemanes iniciaron el confinamiento de la población judía, fueron llevados a los famosos Gettos, donde eran hacinados y finalmente llevados a los campos de exterminio, por el único delito de no ser arios.
Con la llegada de Adolfo Hitler al poder (30 de enero de 1933) la política nazi se orientó a revocar los acuerdos de Versalles, para asignar un papel dirigente a Alemania en el mundo; Hitler estableció una dictadura total y en términos de política exterior, Alemania se retiró de la Sociedad de Naciones.
En 1935, en la región del Sarre, administrada por los franceses, se llevó a cabo un plebiscito, con un 90% de votos a favor, se reincorporó a Alemania, Hitler reimplantó el servicio militar obligatorio.
En 1936, Alemania llega a un acuerdo con el imperio japonés, que no era un régimen fascista, pero sí llevaba a cabo un agresivo imperialismo. Este acuerdo es conocido como Eje Berlín-Roma-Tokio.
En julio de 1936, estalló la Guerra Civil Española encabezada por Francisco Franco, fue un antecedente directo de la Segunda Guerra Mundial.
Los alemanes e italianos intervinieron para apoyar a Franco, por lo tanto España se convirtió en un campo de experimentación de nuevas armas y de estrategias militares, la Guerra Civil Española duró tres años (1936-1939).
La Segunda Guerra Mundial estalló a raíz de las ambiciones expansionistas de los Estados fascistas, principalmente de la Alemania nazi.
Entre las causas que propiciaron la Segunda Guerra Mundial se cuentan las siguientes:
• La formación del Eje Berlín-Roma-Tokio.
3.2 COMPENDIO FASCÍCULO 2. EL ESTADO MODERNO MEXICANO (1940-1964). GOBIERNO DE GUSTAVO DIAZ ORDAZ (1964-1970).
• La violación al Tratado de Versalles.
• La Guerra Civil Española.
• El resentimiento creado por el Tratado de Versalles.
• La rivalidad entre democracia y totalitarismo.
• La invasión de Austria por parte de Alemania.
• La invasión de Alemania a Checoslovaquia.
A dos semanas de iniciada la guerra, Alemania había derrotado a Polonia, que desapareció como Estado y cuyo territorio fue repartido entre rusos y alemanes.
A la nueva táctica militar aplicada se le conoció como “Guerra Relámpago” (Blitzkrieg) se basaba en la rapidez y eficacia de hombres bien adiestrados y armamento de gran calidad técnica.
El 9 de abril de 1940, con el pretexto de proteger a Dinamarca y Noruega, Alemania lleva a cabo la ocupación de estos dos países en menos de 24 horas, por medio de una acción combinada naval, aérea y terrestre que no encuentra resistencia.
Por otro lado Bélgica y Holanda, recibieron un ultimátum alemán, con la finalidad de salvaguardar su neutralidad, las tropas alemanas ingresaron a sus territorios; mientras que en Gran Bretaña, Winston Churchill remplazaba a Chamberlain como primer ministro.
En 1940, Alemania ataca a Francia y de paso ocupa Holanda, Bélgica y Luxemburgo. El ejército inglés embarca en el puerto de Dunkerque.
El territorio francés fue dividido en dos: el norte, controlado directamente por Alemania y el sur , bajo el llamado gobierno de Vichy, con el mariscal francés Petain al frente.
Desde Londres, el general Charles de Gaulle llama a todos los franceses a unirse contra el invasor.
Mientras que Gran Bretaña queda sola frente a Alemania, se desarrolla una intensa batalla aérea y naval “la batalla de Inglaterra”, las ciudades inglesas son bombardeadas.
Después la guerra se extendió hacia la Europa mediterránea y al norte de África; Italia ataca a las colonias inglesas en el norte de África, pero fracasa, también intenta pero sin éxito invadir Grecia; finalmente Alemania la ocupa junto con Yugoslavia.
En 1941 se abrió un nuevo frente cuando el ejército alemán invadió la URSS; los soviéticos se retiran hacia el Este, pero llevan a cabo la táctica de “tierra quemada”, es decir no dejan nada para el enemigo, las fábricas son desmontadas y trasladadas a la región de los Montes Urales.
Esta campaña llevó a cabo el plan alemán más ambicioso: la Operación Barbarroja, el ataque contra la URSS.
Por otro lado en Asia y el Pacífico, Japón había iniciado la guerra contra China y con la derrota de Francia ocupa la Indochina francesa y, el 7 de diciembre de 1941 lanzó un ataque aéreo tomando por sorpresa a la flota norteamericana en Pearl Harbor, Hawai, causándole enormes daños, obligando así a Estados Unidos a entrar en la guerra del lado de los aliados; y dada la alianza del Eje Berlín-Roma-Tokio, Alemania e Italia le declaran también la guerra.
A principios de 1942, Alemania y Japón habían conquistado extensos territorios que les proporcionaban recursos de todo tipo y abundante mano de obra.
Para entonces, Japón ya tenía controlado Filipinas, Indonesia, Malasia, Birmania y Tailandia; se apoderó de Borneo, Sumatra, Java y Bali y pudo dominar las zonas de Nueva Guinea y las Islas Salomón, además de amenazar seriamente a Australia.
El imperialismo japonés llegó durante la guerra a su máxima extensión; su objetivo era eliminar de la zona a los otros imperialismos, los europeos y el norteamericano.
Las potencias aliadas tuvieron que realizar cambios para enfrentarse a una guerra de todas dimensiones. La Unión Soviética y Gran Bretaña firmaron el primer convenio para realizar acciones conjuntas contra Alemania.
En la Isla de Terranova (Canadá) se firmó la Carta del Atlántico, fue una declaración conjunta de Estados Unidos y Gran Bretaña, al finalizar ésta guerra, la Carta había sido suscrita por 43 países, fue un antecedente para la conformación de la Organización de las Naciones Unidas.
A finales de 1942, los países aliados tomaron la iniciativa y empezaron a lograr victorias.
Primero en el Pacífico, donde la marina norteamericana, con la utilización de portaaviones, aviación y submarinos, fue conquistando los archipiélagos.
En el norte de África, en 1943 se produjo un desembarco norteamericano en Marruecos y Argelia y, en el frente ruso se dio una tremenda batalla en la ciudad de Stalingrado, donde las tropas alemanas fueron cercadas y derrotadas (enero y febrero de 1943). En julio de 1943, los aliados desembarcaron en Sicilia y empezaron a conquistar Italia.
Por otro lado, los aliados deciden realizar un desembarco en el Atlántico, el 6 de junio de 1944 (Día D) en Normandía, Francia, mientras que el Ejército Rojo libera el territorio de la URSS y de los países del Este de Europa; los soviéticos son los primeros en entrar a Berlín.
En abril de 1945, Hitler se suicida y, el 2 de mayo se rinde el ejército alemán.
En Asia y el Pacífico, el avance aliado era muy claro, pero Japón oponía una tenaz resistencia, el presidente de Estados Unidos, Truman, decide emplear contra éste país una nueva arma que aportan los científicos: el 6 de agosto de 1945, una bomba atómica es arrojada sobre la ciudad de Hiroshima, tres días después , otra sobre Nagasaki, las dos ciudades quedaban totalmente destruidas.
Japón se rinde incondicionalmente el 2 de septiembre de 1945.
Durante la guerra, el ejército norteamericano se mostró como el más poderoso.
Por otro lado se llevaron a cabo varias conferencias por parte de las potencias aliadas; la primera tuvo lugar en Teherán a finales de 1943, Roosevelt, Churchill y Stalin, tomaron varios acuerdos para la coordinación de las acciones bélicas.
La siguiente conferencia se realizó en Yalta, Crimea, en la que participaron nuevamente Roosevelt, Churchill y Stalin, en la cual se acordó dividir Alemania en cuatro zonas que serían ocupadas por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la URSS.
En 1945, se realizo en San Francisco una Conferencia Internacional, fueron invitados todos los países que habían luchado contra el Eje.
Se decidió crear un organización internacional, heredera de la Sociedad de naciones, para mantener la paz: La ONU. También se llevó a cabo la conferencia de Postdam, para tratar asuntos sobre la nueva organización territorial y económica del mundo después de la guerra, habiendo divergencias entre Inglaterra, Estados Unidos y la URSS y trasladar a los alemanes que residían en Hungría, Checoslovaquia y Polonia a su lugar de origen.
Algunas consecuencias de la Segunda Guerra Mundial fueron:
• Las Conferencias y Tratados de Paz.
• El surgimiento de un nuevo mapa político europeo.
• La ocupación militar por parte de los países aliados en las naciones vencidas.
• La división de Alemania en cuatro zonas de ocupación.
• Las fronteras mundiales fueron redefinidas por los triunfadores de la guerra.
Con respecto a nuestro país, cuando el presidente Cárdenas toma el poder (1934-1940) elaboró un programa cuya meta era reestructurar un plan de gobierno que ofreciera en el campo económico, político, social y en la justicia social.
Se dio un gran apoyo a la actividad agropecuaria y la tecnificación del campo por medio del otorgamiento de créditos, con ello se creó Nacional Financiera y, los bancos, Nacional de Crédito Agropecuario y el de Crédito Ejidal.
Por otro lado se implementaron acciones agropecuarias implantadas por Cárdenas: reparto agrario y tecnificación del campo.
El general Cárdenas agrupó a los ejidatarios con la finalidad de controlarlos, en un organismo dependiente del gobierno, que fue la Confederación Nacional Campesina (CNC), distribuyendo tierras en mayor cantidad. Después surgió un organismo sindical, dirigida por Vicente Lombardo Toledano: la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
En 1937, Cárdenas estatiza los ferrocarriles y el 18 de marzo de 1938 las compañías petroleras, en su mayoría (75%) Anglo-Holandesas. Por otro lado Cárdenas se propone convertir a México en un país socialista; adoctrinando a los maestros con las teorías marxistas. Para contrarrestar al gobierno socialista de Cárdenas, nace en 1939 el Partido Acción Nacional (PAN).
Asimismo para lograr la expansión del mercado, Cárdenas intensificó la construcción de carreteras, nuevas vías férreas, mejorando los servicios de correo, telégrafo, teléfono, vías aéreas y de muelles en los puertos.
El proceso de modernización de la sociedad mexicana, fue propiciada por dos situaciones que favorecieron la economía nacional, por un lado se capta divisas por las exportaciones y por el otro por la llegada de capital extranjero.
Después de las dificultades derivadas del conflicto de 1910, nuestro país, fue lo suficiente maduro para resolver los problemas internos, lo cual dio pauta al proceso de modernización, es decir se perfilaba en una nueva cultura política; lo fundamental era consolidar dos elementos : ideológicos y culturales y así alcanzar el objetivo de un proyecto de modernización con una necesidad fundamental de industrializar al país y así sacarlo del atraso.
El régimen Cardenista fue considerado como la base de toda la infraestructura del desarrollo industrial de nuestro país, por el llamado “modelo de sustitución de importaciones”.
El presidente Cárdenas, dio apoyo a la creación de nuevas industrias nacionales a las ya existentes y limitar y regular las industrias extranjeras; se llevó a cabo el primer Plan Sexenal, conteniendo los siguientes puntos a desarrollar sobre la política nacional:
• La reforma agraria.
• La educación socialista.
• El impulso a la organización sindical.
• El impulso industrial.
Cuando Italia invade Abisinia (hoy Etiopía), México protesta y se convierte en el seno de la Sociedad de naciones en el más ardiente defensor del régimen depuesto, por otro lado Cárdenas concedió asilo político al disidente soviético Leon Trotsky, quien era perseguido por la burocracia soviética en todo el mundo.
A partir de 1940 a 1952 la economía mexicana vivió un proceso de ascenso industrial y tecnológico, para muchos profesionistas, como economistas, sociólogos, etc., representaba un verdadero “Milagro Mexicano”.
El segundo cambio donde se da un crecimiento con estabilidad comprendido entre los años 1955-1970, a éste periodo se le denominó “Desarrollo Estabilizador” el cual consistió en una estabilidad de precios y estabilidad cambiaria, ya que durante estos años no hubo ninguna devaluación.
En este periodo se le dio prioridad a la industria y se descuido la inversión en el campo, lo cual propició que no creciera la agricultura por lo tanto el país dejara de ser autosuficiente en materia alimentaria y tuviera que comprar alimentos del exterior, concretamente en el caso del maíz.
Se instalaron gran cantidad de empresas que producirían mercancías de consumo duradero y de industria pesada, como la automotriz, la de línea blanca y electrónica, entre otras.
Para favorecer la industrialización se otorgó exención de impuestos y se diversificó la industria y se fomentó la entrada de capital extranjero.
Y con la necesidad de mano de obra y trabajo fueron el motivo para que la gente del campo se trasladara a la ciudad para trabajar en las industrias.
A causa de la industrialización y expansión económica las ciudades crecieron.
Cuando Miguel Alemán Valdés fue electo presidente (1946-1952), después de la revolución fue el primer presidente constitucional civil, es decir no militar y a partir de este periodo se inició el civilismo posrevolucionario como muestra de que los generales ya no eran necesarios porque había estabilidad política y lo sigue siendo hasta nuestros días.
De 1940 a 1970 ocuparon la presidencia de nuestro país los siguientes mandatarios:
Manuel Ávila Camacho (1940-1946).
Miguel Alemán Valdés (1946-1952).
Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958).
Adolfo López Mateos (1958.1964).
Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970).
El desarrollo cultural de nuestro país, durante éste periodo (1940-1970) se va mezclando con otros aspectos de índole social, que poseía el país en materia intelectual.
El muralismo, después de la revolución, fue un arte mexicano de gran prestigio internacional. En la ciudad de México se fundó la Academia de San Carlos; entre los más destacados muralistas podemos citar a José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, considerados como los tres grandes muralistas de nuestro país.
En la década de los años 20’s , con la llegada de José Vasconcelos al frente de la Secretaría de Educación Pública, surgió la escuela mexicana de pintura, en ésta época se ofrecieron los muros de edificios públicos para llevar a cabo un programa de difusión cultural sin precedentes.
En el ámbito literario, surge la consolidación de grandes escritores, dejando atrás las historietas revolucionarias y en los años sesentas surgen destacados literatos como José Revueltas, Rosario Castellanos, Heraclio Zepeda, Emilio Carballido, etc.
En la arquitectura, podemos mencionar los que estuvieron encargados del proyecto de Ciudad Universitaria y fueron Mario Pani, Enrique del Moral, Luis Barragán, Edmundo O Gorman, Enrique Yáñez, etc.
En la década de los sesentas caracterizada por varios acontecimientos que se dieron en lo económico, político y social.
Con la consolidación de los dos bloques que se disputaban el poder y la hegemonía, el capitalismo y el socialismo, encabezados por Estados Unidos y la Unión Soviética, respectivamente.
En los sesentas Estados Unidos intento detener el avance del comunismo en los países del tercer mundo, concretamente en América Latina y Asia, para establecer zonas de influencia en el campo económico y político; asimismo intervino en la Guerra de Corea en 1950; en la guerra de Vietnam (1962-1973); imponiendo el
bloqueo económico hacia Cuba y el apoyo total al Estado de Israel en la guerra de los Seis Días (1967) contra Egipto.
Por otro lado la Unión Soviética hizo acto de presencia en Europa Oriental y Asia; como Polonia, Hungría, República Democrática Alemana, Checoslovaquia, Bulgaria, Yugoslavia, Corea y Vietnam.
Entre los países capitalistas, se llevó a cabo un plan económico, encabezado por Estados Unidos a través del Plan Marshall, en 1947; los países más beneficiados fueron Gran Bretaña, Francia, República Federal Alemana e Italia.
En 1968 Japón se consolidó como potencia económica superando a Italia, República Federal Alemana y Francia.
La influencia de los Estados Unidos en América Latina fue muy marcada, extrajo materias primas y estableció empresas. En 1959, triunfó la Revolución Cubana con el propósito de terminar con el dominio de Estados Unidos; en 1970, en Chile, Salvador Allende establece un gobierno socialista y tres años después es derrocado por un golpe militar encabezado por Augusto Pinochet; en 1979, triunfó la Revolución Nicaragüense encabezada por Daniel Ortega, derrocando al gobierno que estaba encabezado por Anastasio Somoza.
Después de la Segunda Guerra Mundial, surgieron varios conflictos, por la influencia y enfrentamiento ideológico entre las dos superpotencias Estados Unidos y la URSS, y por estos acontecimientos surge la denominada Guerra Fría.
En la guerra de Corea (1950-1953), éste país quedó dividido en dos zonas (a partir del paralelo 38) el norte por la influencia del comunismo, estableciendo la República Popular de Corea y en el Sur surge la República de Corea, capitalista.
A raíz de la Revolución China y la Guerra de Corea, Estados Unidos estableció alianzas militares en Asia y el Pacífico.
La Guerra Fría (1945-1989) se vio caracterizada por:
- El sistema de dominio bipolar Moscú-Washington.
- Las tensiones imperialistas por el reparto de las áreas de influencia o bloques.
- La carrera armamentista.
- La conquista del espacio.
Principales conflictos que se dieron durante la guerra fría:
- Creación del Estado de Israel (1947).
- Proclamación de la República Popular China (1949).
- Guerra de Corea (1950-1953).
- Revolución Cubana (1959).
- División de Alemania. Construcción del muro de Berlín (1961).
- Guerra de Vietnam (1962-1975).
- Guerra de los Seis Días (1967).
El conflicto en Indochina, que se había iniciado como una guerra colonial francesa, se convirtió en parte de la Guerra Fría, cuando el gobierno de Estados Unidos intervino en 1950 apoyando al gobierno galo.
Francia tuvo que conceder la independencia de cuatro estados: Laos, Camboya, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, estableciendo en estos dos últimos, gobiernos comunistas y capitalistas respectivamente, en Vietnam del Sur se genero una amenaza de una importante guerrilla, el Vietcong apoyada por el norte.
Para 1947 en la región del Medio Oriente, después de la Segunda Guerra Mundial, se dio la creación del Estado de Israel, éste fue duramente rechazado por los países árabes, quienes argumentaron que los palestinos eran violentamente expulsados de su tierra, con lo cual la región se transformó en una zona de tensión, Israel es un importante aliado de Estados Unidos, mientras que varios países árabes se identificaban con la URSS.
Desde su fundación, Israel se ha visto envuelto en una serie de conflictos bélicos. Ejemplo de ello son las guerras árabes-israelíes:
- 1948 inmediatamente después de la proclamación de Israel.
- 1967 Guerra de los Seis Días, en la cual Israel ocupó extensos territorios árabes.
- 1973 Guerra del Yom Kipur.
La guerra de los Seis Días constituyó una gran catástrofe para los árabes, porque Israel retuvo todos los territorios conquistados; un enfrentamiento entre los judíos y árabes en la lucha por controlar el territorio y el petróleo.
El conflicto árabe-israelí sigue abierto en la actualidad.
Por otro lado, en la década de los sesentas surgieron las revueltas estudiantiles en varios países del mundo, concretamente en 1968 que se convirtió en el símbolo del espíritu de rebelión social que caracterizó a ésta época.
En varias universidades del mundo vivieron una profunda agitación, huelgas universitarias surgieron en Alemania, Estados Unidos, Francia, México, Italia, Suecia e Inglaterra, ese año fue llamado de la rebelión estudiantil.
En nuestro país la protesta estudiantil fue reprimida violentamente por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.
Durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, los indicadores de la economía presentaron un desequilibrio externo.
A la etapa de 1958-1970 se le conoce como el periodo del “desarrollo estabilizador”; durante estos años fue importante el crecimiento de la industria, el comercio, la banca y los medios de transporte y comunicaciones.
Así nuestro país entró al terreno del progreso y la modernidad.
El modelo de desarrollo estabilizador tuvo las siguientes características:
- El país entro al endeudamiento.
- Aumentaron las inversiones extranjeras.
- Se dio la monopolización de la industria y comercio.
Al concluir el periodo de Díaz Ordaz (1964-1968) terminó éste proceso, el desarrollo estabilizador y la economía del país entraron en un prolongado periodo de descenso y de crisis, que prevalece hasta nuestros días.

EVALUACIÓN GLOBAL

En el compendio fascículo 2 estudiaste el proceso histórico de la Segunda Guerra Mundial, así como las características de la consolidación del Estado moderno mexicano.

7. La Unión de Republicas Socialistas Soviéticas, en el periodo entreguerras, desarrolló intensamente una política de tipo:

C) Represivo.

8. La Organización de las Naciones Unidas se creó con la intención de:

B) Mediar los conflictos internacionales.

9. Una de las consecuencias inmediatas que enfrentó México por la nacionalización del petróleo fue:

B) Reducción de las exportaciones hacia Estados Unidos.

10. La postura que asumió el sucesor de Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, con respecto al campo fue:
A) El fortalecimiento del ejido.

11. Una característica importante que dio pauta a la industrialización en México entre los años 40´s y 60’s es:

B) La importación de maquinaria .

12. Dentro del apoyo que brindó el Estado para lograr la industrialización del país durante ésta etapa tenemos:

B) Los bajos impuestos.

13. A raíz de la industrialización en los años 40’s, la sociedad mexicana vive un proceso manifestado en:

A) El crecimiento demográfico urbano.

14. En el campo de las Bellas Artes, el muralismo adquiere un importante papel para la unidad nacional debido a que:

C) Reivindica los principios de la revolución.

15. A partir de 1940 el factor que acompaña y permite el crecimiento económico del país, es:

B) La estabilidad política al interior del Estado.

16. El crecimiento económico se manifiesta en el crecimiento de las ciudades y de obras arquitectónicas monumentales, todo lo cual puede entenderse parte de un proceso de:
A) Modernización cosmopolita; es común en muchos países.


17. La guerra de Corea (1950-1953) se da por el antagonismo entre:
A) El comunismo y el capitalismo.

18. En el régimen de Díaz Ordaz, el modelo económico de Desarrollo Estabilizador se caracterizó por tener con la industria un comportamiento:
.
C) Protector hacia la importación.

19. Fue una de las características del modelo económico de desarrollo Estabilizador en el régimen de Gustavo Díaz Ordaz.
A) La estabilidad de los precios.

20. Durante el movimiento estudiantil de México en 1968, la inconformidad de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos fue:
A) Protestar por agresiones policíacas a las instalaciones de su instituto.

21.- Una causa de la Segunda Guerra Mundial fue el…

b) intento expansionista de Alemania, Italia y Japón para crear un nuevo orden mundial.

22.- Alemania inicia la Segunda Guerra Mundial ya que, entre otras cosas, estaba inconforma con las condiciones desventajosas en que la había dejado el Tratado de __VERSALLES_________ al finalizar la Primera Guerra Mundial.

23.- El panorama político internacional después de la Segunda Guerra Mundial presentaba la existencia de un bloque ______SOCIALISTA_______ dirigido por la Unión Soviética, otro _____CAPITALISTA________ dirigido por los Estados Unidos y los llamados _______PAÍSES NO ALINEADOS_________ integrado por los países menos desarrollados económicamente.

24.- La defensa de los derechos humanos, de la soberanía, de la autodeterminación de los pueblos y el fomento a la cooperación entre las naciones son los postulados fundamentales de la ___ONU_____, institución creada después de la Segunda Guerra Mundial.


25.- El desarrollo industrial durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho se caracterizó por:
a) promover un proteccionismo industrial y una ampliación del mercado interno.

26.- La política del gobierno de Miguel Alemán Valdez consistió en:
a) impulsar la democracia al interior del PRI.

27.- Tres de las principales acciones del gobierno de Adolfo Ruiz Cortines en materia económica fueron el otorgar al Estado el control del _COMERCIO_, alentar las _EXPORTACIONES_ y disminuir las __IMPORTACIONES_.

28.- Conceder al capital PRIVADO la libertad de invertir en el sector de la industria de transformación fue una de las acciones económicas más importantes durante el gobierno de _ADOLFO LOPEZ MATEOS_.

29.- El crecimiento de los centros urbanos en el México de los años de 1940 a 1964 se debió al aumento de las ___MIGRACIONES_ y a la aplicación del modelo económico llamado __DESARROLLO ESTABILIZADOR_.

30.- Menciona tres características del Modelo de Desarrollo Estabilizador:
a) APOYO DEL EDO A LA INDUSTRIA NACIONAL.
b) CREACIÓN DE OBRAS DE INFRAESTRUCTURA.
c) CONTROL DE PRECIOS.

31.- El movimiento estudiantil en México fue la expresión de la clase media contra:

c) la centralización del poder y la falta de movilidad social.

32.- Dos características del autoritarismo del gobierno de Díaz Ordaz fueron:

b) el rechazo a proyectos democráticos y deterioro del salario.

33.- Menciona 3 aspectos (político, económico y social) que llevaron al agotamiento del Modelo de Desarrollo Estabilizador:
a) P: AUTORITARISMO PRESIDENCIAL.
b) E: DEPENDENCIA DE LA ECONOMÍA MEXICANA RESPECTO AL IMPERIALISMO.
c) S: DETERIORO DEL SALARIO.

34.- La bipolaridad mundial que se presentó al término de la Segunda Guerra Mundial se expresó con la:

d) integración de los bloques socialista y capitalista como sistemas económicos.

35.- La estabilidad política que se presentó en México durante el periodo 1940-1964 se caracterizó por:

c) la conciliación de grupos e intereses sociales y un autoritarismo presidencial.

RECAPITULACIÓN GENERAL

La consolidación del moderno Estado Mexicano se dio dentro de un marco internacional definida previamente por el desencadenamiento de la 2ª Guerra Mundial y por la consecuente formación de nuevos equilibrios del poder que llevaron a la división del mundo en dos bloques: el capitalista y el socialista, encabezada respectivamente por los Estados Unidos de América y por la Unión Soviética. Entre ambas naciones se desencadeno una lucha para mantener su primacía en ciertas zonas y fue conocida como la Guerra Fría. A pesar de que los Estados Unidos de América dio impulso a la reorganización del régimen capitalista o de libre empresa, a través del plan Mrshall (para la reconstrucción de las economías occidentales y del Japón), el uso de su enorme potencial industrial y militar para impedir cambios sociales en los países del Tercer Mundo puso en peligro su sistema de dominio. A partir de los años setenta se fue conformando una grave crisis en el sistema capitalista que disminuyó los derechos alcanzados de la clase trabajadora y el Estado se endureció, lo que a su vez generó un fuerte impulso a la resistencia de los pueblos subdesarrollados a favor de su independencia y los movimientos de 1968 y 1969 fue con todo el mundo occidental.
En cambio la Unión Soviética alcanzó bajo la economía planificada un desarrollo que le permitió satisfacer las necesidades fundamentales de toda la población, así como afianzar su influencia en Europa oriental y en los países colonizados. Sin embargo, dentro la lógica que le impuso la Guerra Fría, de igual manera que a los E.U., orientó gran parte de sus recursos económicos y científicos hacia la producción de armamento cada vez mas sofisticado (misiles teledirigidos, la bomba atómica) y hacia el dominio del espacio (la Guerra de las Galaxias), minaron sus recursos convirtiéndose en factores decisivos de la conformación de una crisis estructural que no afecto solo a la Unión Soviética sino a todo el bloque socialista.
Por su parte, en la mayoría de los países del Tercer Mundo se desencadeno un proceso de liberación nacional que logró la descolonización de todos ellos, rompiendo los lazos de dominación y dependencia creado por el imperialismo de las naciones más industrializadas. En el continente asiático, destacaban: la India en 1947 bajo la orientación de Mahama Gandhi logró su independencia respecto a la Gran Bretaña; en China, un pueblo campesino, sostuvo una gran revolución  que en 1949 bajo la dirección comunista de Mao Tsé Tung, además de romper con el dominio del imperialismo ejercido por las potencias occidentales, sin embargo Japón construyó un nuevo sistema que mejoró el nivel de vida de toda la población, en los setenta los estudiantes efectuaron la revolución cultural; se rompieron relaciones con la Unión Soviética y  en 1971 se acercó a los E.U. buscando integrarse a la ONU como una de las grandes potencias. Así también Corea logró independizarse del Japón en 1945 pero quedó dividida  en  el  paralelo 38º; la zona Norte pro-soviética y la zona sur pro-capitalista; Viet Nam a consecuencia de la lucha encabezada por Ho Chi Minch logró su independencia respecto al dominio francés y  japonés quedó dividida, en 1954, por el paralelo 17º en dos zonas: la Norte Socialista y la zona Sur Capitalista. El ejercito de Liberación Nacional para democratizar el gobierno del sur influido por Estados Unidos y unificar los dos territorios generándose una guerra, donde los Estados Unidos salieron derrotados y, logrando esos dos objetivos en 1975, quedando ambas zonas bajo el gobierno de los comunistas.
En África Negra, Patricio Lumumba logró en 1973 la independencia de Zaire y para 1980, 49 colonias más habían logrado separarse del dominio colonial como Guinea, Mozambique y Angola; en Sudáfrica el Congreso Nacional Africano y Nelson Mandela  combatieron al gobierno racista llamado Aparheid. Para el caso de América Latina, el predominio ejercido por Estados Unidos en la región provocó múltiples protestas como la revolución cubana (1959), cuyos principales dirigentes fueron Fidel Castro, Ernesto "el Che" Guevara y Camilo Cienfuegos; el gobierno de la Unidad Popular encabezado por Salvador Allende (1970) buscando la construcción del socialismo o los movimientos de resistencia democráticos en contra de las dictaduras en Guatemala, Bolivia, Brasil, Argentina, Nicaragua, el Salvador y otras más. El Medio Oriente ha sido escenario de incontables tensiones provocadas por acciones de las potencias occidentales para tener el control de las vías comerciales existentes en esta zona y de sus cuantiosos recursos petrolíferos y la del Estado de Israel (1948) en territorio palestino, por eso, con la unidad que les da la religión musulmana, la respuesta de los árabes no se hizo esperar; por ejemplo, se realizaron movimientos independentistas en Irak (1945), Siria y Líbano (1946), Transjordania (1949). Abdel Nasser logró la independencia de Egipto y nacionalizó el canal de Suez. Estas acciones sirvieron de ejemplo para la liberación de Marruecos y Túnez (1956) y la de Siria y Argelia en 1966. Por lo que respecta a los movimientos de liberación del pueblo Palestino, empezó cuando Inglaterra y la ONU apoyaron la idea sionista de crear en 1948 el Estado de Israel dentro de Palestina; el impresionante avance militar de los israelitas en las guerras que realizaron con los árabes (palestinos) durante los años de 1956 (la guerra de Sinaí), 1967 (la guerra del Yum Kippur) y en 1973, provocaron la salida de palestinos de su territorio y la desaparición de Palestina; por eso los palestinos en el exilio decidieron formar, en 1964, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) cuyo principal objetivo ha sido recuperar el hogar perdido para los palestinos. Otros acontecimientos de gran envergadura en esta región fue el estallamiento de la llamada “crisis de los energéticos” provocada por la negativa de los países compradores de petróleo a pagar precios justos de los energéticos establecidos por la organización de los países exportadores de petróleo (OPEP).  Además se realizaron en esta zona otros hechos como la revolución islámica en Irán y la Guerra del Golfo Pérsico, ésta última se realizó contra Irak en febrero de 1991 por las fuerzas multinacionales encabezadas por los Estados Unidos, la ONU decretó el embargo comercial a este país a petición de los países de occidente y, la ofensiva militar porque el gobierno de aquél (Irak) representado por Sadam Husseim, se negaba a salir de Kuwait y aceptar el bloque comercial dispuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Según te habrás dado cuenta, otro hecho que tuvo importante influencia sobre lo acontecido en la historia de México en la etapa de consolidación del Estado Moderno Mexicano, fueron los movimientos estudiantiles realizados en los años de 1968 y 1969 y el fenómeno de la contracultura que fue causa y efecto de los movimientos estudiantiles. Desde el momento en que finalizó la segunda conflagración mundial se fue conformando una generación de jóvenes que en todo el mundo se opusieron a las guerras y a la opresión ejercida por las burocracias sobre la sociedad y  al consumismo. Influenciados, estos jóvenes, por ciertas filosofías, religiosas orientales (principalmente del zen) o revolucionarias (marxista-leninista,maoísta) y por influencia de la revolución cubana y la presencia del “Che” Guevara, se agruparon en pequeños clanes (como los beat o los hippies) alejándose de la sociedad de consumo por enajenante o, se integraron a los movimientos sociales como el estudiantil de 1968 y 1969 que retomó, también, las demandas de los sectores reprimidos y marginados de la sociedad como los trabajadores, de las mujeres, los homosexuales, los negros, los indígenas. Así, mientras en Estados Unidos y en Europa los jóvenes estudiantes se oponían a las intervenciones de sus gobiernos hacia otras naciones y la imaginación provocada por el consumismo, en América Latina los estudiantes luchaban contra las intervenciones imperialistas, las dictaduras, el subdesarrollo, la dependencia y la pobreza a favor de un cambio contundente al socialismo y por la democratización de la sociedad. Los movimientos estudiantiles fueron reprimidos por la violencia organizada pero, la inconformidad estudiantil marcó no sólo los sesenta sino también la siguiente década que evidencia una crisis existencial contra el Estado, crisis que halló sus causas en las contradicciones económicas, políticas y culturales de la moderna sociedad.
Como quedó señalado al principio de esta recapitulación general cada uno de los acontecimientos que estaban sucediendo en el marco internacional tuvieron vital importancia en la consolidación de la modernización económica, política y cultural de la sociedad mexicana durante el período que abarca de 1940 a 1970.
El logro de tal modernización en el gobierno de Lázaro Cárdenas dejó establecido las bases pertinentes: en lo económico con el fuerte impulso que otorgó el sector agro-exportador para la obtención de divisas y su política de nacionalización de importantes recursos naturales, como el petróleo, el Estado encontró fuentes económicas que serían utilizadas en la construcción de obras de infraestructura pertinentes para iniciar el desarrollo industrial del país, bajo la política de “sustitución de importaciones”. En lo social la Reforma Agraria y los derechos cumplidos a los trabajadores, así como, el impulso de la educación con tendencia socializante generó entre los sectores populares de la sociedad mexicana la idea de justicia y la necesidad de apoyo al cardenismo y a las instituciones gubernamentales (PRM, CTM, CNC, etc.). Aunque al término del gobierno de Cárdenas se presentó una fuerte crisis económica a consecuencia de las nacionalizaciones, también, se pudo desarrollar un fuerte nacionalismo. Así la burocracia gobernante se consolidó y el Estado posrevolucionario mexicano se hacía más fuerte, aunque se desató una fuerte oposición entre los sectores más conservadores por las medidas adoptadas durante el cardenismo.
El desarrollo ulterior de la vida política de México estuvo determinada por el dilema de continuar o no con un programa nacionalista, populista y con tintes socializantes de modernización creado por Cárdenas. El dilema quedó resuelto por el propio Cárdenas, cuando el optó por Manuel Avila Camacho para la sucesión presidencial para el período de 1940–1946, en lugar de Francisco Mújica quién había mostrado disposición para dar continuidad al programa cardenista. Las razones poderosas por Cárdenas fueron el temor de que la crisis económica estallada en 1938 a consecuencia de la nacionalización de la industria petrolera se transformara en un nuevo movimiento armado que desestabilizaría a la sociedad.
En términos generales el desarrollo político para la modernización de México durante los años de 1940-1970 está caracterizado por una ascendente antipatía del sector conservador hacia las instituciones creadas en la gestión cardenista (PRM, CNC, CTM, etc.) aunque se apoyaron en ellas para consolidar el poder del Estado y ejercer un poder sobre la sociedad. Para ello fue necesario cambiar, entre otras cosas, el nombre y significado del partido oficial (el PRM se transformó en PRI); el “caudillismo” fue remplazando por el presidencialismo. Las organizaciones sociales como la CTM y la CNC dejaron de representar intereses de sus agremiados y los aparatos de control político (ejército, sistema policiaco, etc.) se fueron haciendo cada vez más represivos y los aparatos de control ideológico (educación y medios masivos de comunicación) se convirtieron en instrumentos idóneos para la manipulación y la difusión del proyecto de unidad popular y modernización industrial. Todo ello enmarcado por la mayor determinación de la política impuesta (económica, política y científico-tecnológica) por el capital extranjero, sobre todo norteamericano. Así la consolidación del moderno Estado Mexicano se llevó a cabo por los diferentes regímenes que conforman el período de 1940 –1970 y que son los siguientes:
  • Manuel Ávila Camacho (1940 –1946) sustentó la estabilidad política y el crecimiento económico acelerado mediante el acercamiento a Estados Unidos de América; el freno de la reformas cardenistas (sobre todo la colectivización ejidal) y, la exportación hacia los mercados creados por la 2° guerra Mundial de materias primas y de bienes básicos industriales promovidos por la puesta en práctica de la política de “sustitución de importaciones”. Asimismo inauguró la “Unidad Nacional” en torno al Estado.
  • Miguel Alemán Valdés (1946 – 1952) Consolidó el proyecto de industrialización a través de la liberación del mercado, desarrolló la agricultura de exportación y fomentó la inversión extranjera en la industria manufacturera. También tomó medidas políticas como de afiliación individual al partido en el poder sustituyendo al PRM por el PRI, o para desconocer los derechos de los trabajadores dio paso al “charrismo sindical” y reprimió a los movimientos obreros.
  • Los gobiernos de Adolfo Ruíz Cortinez ( 1952 –1958), Adolfo López Mateos (1958 –1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964 – 1970) constituyeron un período de la historia de nuestro país que ha sido llamado “el Desarrollo Estabilizador” por que en él hubo un crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto (PIB) con estabilidad. Otras características de este período son: industrialización constante; el gasto público se orientó fundamentalmente hacia las inversiones productivas y al pago de la deuda externa; mayor inversión del capital extranjero en sectores claves de la economía; creciente endeudamiento con el exterior. Además como hubo desconcierto de las demandas populares de la sociedad civil reaccionó mediante manifestaciones que fueron reprimidas.
Como los principios populistas, nacionalistas y socializantes del cardenismo fueron abandonados, la acción proteccionista y la política de subsidios estatal para la industrialización con “sustitución de importaciones” (etapa fácil: producción de bienes no duraderos -1939 a 1945- etapa difícil: producción de bienes duraderos o período del “desarrollo estabilizador” -1955 a 1970-) se orientó a satisfacer las necesidades del capital extranjero y nacional, lo que a la vez generaría importante contradicciones como: la determinación ejercida por la industria sobre el sector primario (tanto la moderna hacienda capitalista, como en el agrario más atrasado) para la producción de alimentos y materias primas; el desplazamiento de la fuerza de trabajo o por la máquina, ocasionando un gran desempleo y por lo tanto hambre y miseria dentro de los sectores populares; la migración de la población campesina hacia las grandes urbes  (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) en la búsqueda de empleo y mejores condiciones de vida; la concentración de capital en unas cuantas familias de la burguesía nacional que formaban verdaderos monopolios; la acentuada inversión extranjera indirecta (préstamos otorgados a particulares -bancos locales de otras naciones- y al Estado- organismos financieros internacionales como el FMI y BID-) y directa (establecimiento de empresas transnacionales como la Kellog's, Wolswagen, Philip's, etc.) y un determinismo hacia las fluctuaciones del mercado internacional por la 2° Guerra Mundial y la guerra de Corea, en cuanto a las exportaciones y entrada de divisas. A su vez todo ello generaría una mayor dependencia y un subdesarrollo que hasta la fecha no han podido ser salvado.
En cuanto a la modernización de la sociedad el Estado también creó ciertos mecanismos para adecuarla a las prioridades que requería la modernización económica capitalista. Por ello, los sectores del partido oficial que apoyaron al cardenismo fueron expulsados; los sindicatos, mediante el “charrismo sindical” fueron privados de cualquier forma de democracia (recordemos que Fidel Velásquez tuvo el control de la CTM hasta su muerte la cual se presentó en 1998) y se formaron nuevas organizaciones campesinas y obreras como la CCI, la CROC  o el STERM para minimizar el poder de la CNC y de la CTM; se dio paso a una educación  que formara cuadros medios pertinentes para la puesta en marcha del proyecto modernizador económico y consolidarlo, aunque con el paso del tiempo y como consecuencia del modelo antipopular de modernización, gran parte de esos sectores medios, realizaron una crítica profunda al sistema. Por su parte la burguesía nacional se fue consolidando en la medida en que también lo hacía el programa modernizador del Estado y, aunque separada del control estatal, ésta creó una serie de instrumentos (CONCAMIN, CONCANACO, CANACINTRA, COPARMEX, etc.) que la hacían copartícipe del dominio económico.
Sin embargo, pese al corporativismo ejercido por el Estado (sobre la sociedad civil) los efectos dejados por la modernización en el sector popular de la población, desencadenaron una serie de movilizaciones que fueron desarrollándose a partir de 1956 con el movimiento campesino, en 1958 obreros, sobre todo el ferrocarrilero, telegrafistas y profesores del Distrito Federal. Lucharon por las mejoras económicas y por la democratización de sus sindicatos, lo mismo hicieron los trabajadores de aviación en 1959 y los médicos en 1965. Un punto culminante de las movilizaciones populares sería el movimiento de los estudiantes en 1968, ellos recogerían las demandas más sentidas de la sociedad: oposición al modelo antipopular y antinacionalista de la modernización y contra el autoritarismo, la antidemocracia e inmovilismo del sistema político mexicano ejercido durante tres décadas a través del PRI o partido oficial, del poder del ejercito y de todos los funcionarios públicos que eran miembros de dicho partido.
Finalmente, también la cultura en sus diversas expresiones (artes plásticas, arquitectura, música, medios masivos de comunicación, ciencia y tecnología, etc.) fue conformando una visión ideológica dentro de la sociedad mexicana favorable a la “Unidad Nacional” para el logro del progreso económico y la estabilidad política; donde el Estado (principal conciliador de intereses), evitaría a toda costa cualquier examen crítico sobre la pérdida de las tradiciones o la penetración de lo moderno El sistema político moderno fue adecuando a sus propios intereses interpretaciones de imágenes y sonidos diametralmente opuestos, como los ataques perpetrados contra los comunistas y protestantes a través de la radio y el periodismo durante el gobierno de Ávila Camacho, la polémica creada por el gobierno de Alemán Valdés ante la crítica realizada por Jesús Silva Herzog y Daniel Cosio Villegas ante el aburguesamiento de la Revolución Mexicana.
El muralismo se fue convirtiendo en una columna básica para forjar el  nacionalismo, pero al institucionalizarse los intelectuales clasemedieros de la época de Ruíz Cortinez, López Mateos y Díaz Ordaz, abandonaron los referentes internos y pusieron sus ojos en la internacionalización, asimilan como toda la sociedad mexicana el “american wife of live” manteniendo un total desinterés por los problemas de México. Es importante destacar la presencia de los medios masivos de comunicación (la radio, el cine y la televisión) como vehículos eficaces en la difusión de la política de unidad nacional y de impulso a la modernización. No obstante y pese a este desarrollo cultural, desde los años cincuentas se va fortaleciendo en la intelectualidad una posición críticamente los resultados de la modernización económica, política y cultural de la sociedad mexicana. No olvidemos la represión que el moderno Estado mexicano desató el 2 de Octubre de 1968, en contra de los más preciados que el pueblo mexicano tiene: sus jóvenes, y mejor si son estudiantes.
Así se fue construyendo una cultura urbana cuyo origen fue la tradición campesina trasladada a la ciudad con la industrialización. El México agrario fue desapareciendo en la medida en que importantes contingentes de campesinos emigraron a los cinturones de miseria (urbanos) creyendo encontrar empleo y acceder a la educación, salud, vivienda, y otros servicios que como un sueño alcanzable ofrecía la gran ciudad dentro de la industrialización fundamental. Por dura que pareciera la vida, en la ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, las ciudades siempre han representado la oportunidad de mejorar la forma de vida que se llevaba en el campo. Mientras que en México no existía un programa de gobierno que evite los excesos de una modernización que sólo esté al servicio del capital, se han de repetir todos estos problemas.

RECAPITULACIÓN

La Segunda Guerra Mundial constituyó el acontecimiento histórico mundial que obligaría a los gobernantes mexicanos a impulsar un nuevo proyecto de crecimiento económico y de desarrollo político social y cultural, que tendría como meta la industrialización bajo una nociva política proteccionista que impulsaría la consolidación de las nacientes industrias manufactureras mexicanas frente a las pujantes y modernas industrias capitalistas extranjeras. Por otra parte el creciente proceso inflacionario y la devaluación del peso mexicano entre 1948 y 1954 llevaría a nuestra moneda a una paridad que fluctuaría entre 4.85 a 12.50 pesos por dólar como resultado del déficit comercial que México experimentó al término de la guerra de Corea; así mismo generó un gran malestar político-social que culminaría en importantes movilizaciones del proletariado asalariado a fines de los cincuenta.
Esta situación aunada a la necesidad de importar bienes de capital conduciría a la implementación de una política denominada desarrollismo basada en:
  • La entrada creciente de inversiones extranjeras en las nacientes industrias mexicanas.
  • El incremento de divisas provenientes del turismo.
  • Las exportaciones de productos agropecuarios y principalmente agrícolas fueron la fuente que impulsaría la estrategia económica del desarrollo industrial.
  • El impulso de inversiones destinadas a obras de infraestructura en los renglones de energía y comunicaciones.
  • La promoción de trabajadores migrantes (braceros) a los Estados Unidos de Norteámerica con la finalidad de generar entrada de divisas el país.
A pesar de estas medidas y en un afán de contrarrestar un creciente proceso inflacionario y nuevas devaluaciones, en 1954 se pone en marcha el llamado “desarrollo estabilizador” cuyas características fundamentales fueron: un crecimiento acelerado y sostenido con estabilidad política que mantuvo una tasa del producto interno bruto de 6.5% anual; una paridad del peso frente al dólar de 12.50 y una inflación de 2.5% anual en un lapso de aproximadamente 16 años comprendiendo los  sexenios de los presidentes:  Adolfo Ruíz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. Otras características que es importante señalar de este modelo de desarrollo son:
  • Industrialización creciente.
  • Promoción creciente de la agricultura de exportación.
  • Restricción del gasto público en áreas de bienestar social e incremento de este en la inversión productiva.
  • Incremento de inversión extranjera en los sectores clave de la economía nacional.
  • Contención de las demandas salariales.
  • Creciente endeudamiento externo.

LA NUEVA CULTURA URBANA

LA NUEVA CULTURA URBANA

Hablar de cultura urbana es hablar de un sistema cultural construido de elementos materiales y espirituales que habrán de garantizar acciones presentes y futuras en nuestro proceso de desarrollo socioeconómico. En nuestro caso el origen de la urbanización se encuentra en la herencia de una estructura socioeconómica agraria que se traslada a la ciudad con la Industrialización:
En la segunda mitad del siglo XX México empezó a no ser lo que había sido siempre: un país rural, adicto a la tierra y a su orden inmemorial de organización de la vida y tratos con la naturaleza. Entre 1940 y 1970, el vendaval urbanizador hizo del campo un territorio de expulsión. Vastos contingentes de campesinos emigraron hacia los cinturones de miseria de las ciudades, dando expresión dramática y multitudinaria de la destrucción de un mundo.
Esta industrialización dio como resultado en nuestro país la convivencia de zonas y regiones que experimentaron un rápido proceso de modernización (producción mecanizada, desarrollo de los servicios, organización del mercado, etc.) frente a otras que se resistieron al cambio y que constituyeron el área rural, que para ese momento explica este fenómeno en el hecho de que nuestro país no era un país industrializado sino con cierto grado de desarrollo industrial, en el que las ciudades o urbes se fueron convirtiendo en centros receptores de todos los beneficios y ventajas que el desarrollo económico moderno conlleva y por ello, la población urbana empieza a gozar de servicios de salud, educación, empleo, vivienda, etc., a diferencia de la población rural en donde persistían condiciones de atraso, pobreza y miseria al margen de la modernidad.

Los cinturones de miseria urbanos se propagaron cruzados por una incipiente red nacional de medios masivos. Este fue uno de los sentidos de nuestra modernización bárbara, acceder a la cultura del transistor sin pasar por la cultura del alfabeto. Fue una extraña mezcla de tiempos que combino una regresiva marginación social, con una poderosa industria de la conciencia.
No obstante, incluso en esas condiciones de castigo social, la ciudad representó una vida mejor o menos mala para millones de mexicanos, y la migración hacia ella fue mucho mayor que hacia el peonaje agrícola.612 mil mexicanos llegaron en los cuarentas, 800 mil en los cincuentas y 2 millones 800 mil en el decenio siguiente. Por dura e indeseable que pudiera parecer la subsistencia en los cinturones de miseria, la ciudad fue un universo de oportunidades más abierto que el campo.
El desarrollo capitalista que debía alcanzar México no había alcanzado el desarrollo tecnológico de industrialización basado en la producción masiva de la producción mundial que requería del uso de la razón y de la ciencia para interpretar y trasformar el mundo (proceso de laicización). Este proceso de laicización implicaría, la necesidad de impulsar procesos de democratización bajo principios como, la libertad, la igualdad y solidaridad, que daría como consecuencia la dinamización de las condiciones materiales y espirituales de los seres humanos.
Sin embargo, esta caracterización quedaría incompleta sino agregamos que la vida cotidiana de los habitantes de estas ciudades lejos de estar inmersa en una atmósfera color de rosa esta inmersa también en un proceso socioeconómico en el que conviven una variedad y diversidad de individuos y grupos con particularidades de desplazamientos geográficos, razas, vestimentas, costumbres, historia, lenguaje, religiones, valores y símbolos culturales.
Los menos afortunados –o lo más tradicionales-dejaban pueblos y familias para engrosar las caravanas de peones enganchados a las cadenas de la agricultura comercial, ávidas de manos: los campos cañeros del Papaloapan, los cafetaleros de Chiapas, Puebla o Veracruz, la recolección de la manzana en Coahuila o del algodón en los Valles de Yaqui y el Mayo, el corte de uva en Hermosillo, de la fresa y al aguacate en el Bajío, del limón en Colima y las hortalizas de Morelos, la piña en Oaxaca, el plátano en Tabasco, la guayaba en Aguascalientes. Doscientos mil campesinos empobrecidos tomaron ese camino cada año en la década de los cincuenta y trescientos mil en el decenio siguiente; una masa humana de dos o tres millones por década, para los que el paso de la frontera, en busca de los valles agrícolas del sur de California y Texas, fue sólo otro escenario de proletarización acelerada.
Los más afortunados no fueron hacia los surcos del nuevo peonaje, sino hacia las ciudades privilegiadas que a principios de los cincuentas salían de su molicie provinciana y sus distancias caminables, para entrar en el remolino de la expansión y el congestionamiento. La verdadera epidemia de la segunda mitad de nuestro siglo XX fue la macrocefalia urbana.
Una urbanización que se presentó ambivalente: por una parte ha introducido importantes transformaciones económicas, político, sociales e ideológico-culturales, que han conformado una “cultura industrial” basada en la “industrialización de la cultura”. Al mismo tiempo que ha constituido complejos centros de población marginal expulsada del área rural en la búsqueda de satisfacer fundamentalmente necesidades económicas, constituyendo núcleos de población marginal que lentamente se han ido incorporando a la “cultura “industrial”.
El primer monumento vivo de la urbanización acelerada del país fue la ciudad Nezahualcoyotl, una populosa villa-miseria crecida a un costado de la Ciudad de México que alcanzó pronto el millón de habitantes y resultó un anticipo cabal de la sociedad de masas que brotaba de la modernización mexicana: hacinamiento, insalubridad, desarraigo, violencia, descomposición familiar y, en medio de las barracas de lamina, sobre los techos afianzados con neumáticos y piedras, el símbolo complementario del nuevo orden, un mar de antenas de televisión. En las barracas que coronaban esas antenas podía faltar proteína y educación primaria, empleo permanente y seguridad social, pero no faltaba el transmisor y la pantalla televisiva, la caja de los sueños y las emociones que acompaño consoladoramente el duro cause de la vida de los pobres de la ciudad. Junto al despliegue de las demandas organizadas, está la simple ebullición física y social del paisaje humano de las grandes ciudades mexicanas.
Pocas cosas tan reveladoras de su entraña juvenil como la aparición, en los ochentas, de las pandillas de barrio, las bandas ubicuas, con su proliferación de atuendos e identidades tan efímeras como irrenunciables. El desempleo, la falta de escuelas y parques, plazas, campos deportivos,el hacinamiento de la vivienda familiar, han convertido en dueños de la calle a miles de jóvenes urbanos, nietos de la generación fundadora, prófuga de Comala.
He aquí la necesidad de una cultura urbana que pueda crear y recrear usos y costumbres de la diferencia y la pluralidad en una identidad que converja en la libertad. La creencia de un modelo de cultura exento de la influencia externa e interna es imposible ante los efectos de la dependencia económica y política y de la globalización. Este proceso tiene que ser visto dentro de un proceso de mezclas, transformaciones, cambios y fusiones culturales que construyan una cultura abierta, vital e interconectada en la que se conjunten el placer y la reflexión.

LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA

LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA: IMPACTO CIENTÍFICO-TÉCNICO EN MÉXICO

Para muchos autores, el siglo XX representa la tercera revolución científica-técnica, por que en él se ha producido descubrimientos y avances científicos y tecnológicos que, a pesar de la especialización y socialización del conocimiento, han mostrado una tendencia hacia la universalización de la cultura, puesto que la técnica, ciencia y cultura se encuentran implicadas una en la otra, ya que son parte de un proceso en común.
Estas han sido producto de la necesidad de expansión económica, pero también de las transformaciones sociales y políticas que el desarrollo del capitalismo ha generado.
“La ciencia y la tecnología se han convertido en los mecanismos más eficaces para el desarrollo de las fuerzas productivas, pero la aprobación desigual de este poder permite a las clases dominantes ejercer un mayor control social y utilizarlo para someter y explotar a los pueblos “subdesarrollados”. 8
En éste tipo de países, de los cuales México forma parte, el capitalismo más avanzado ha generado una dependencia científico-tecnológica que se fue convirtiendo en uno de los principales obstáculos a su desarrollo económico. Como dicha dependencia “se funda en la generación y posesión desigual del conocimiento científico-tecnólogico, que permite una producción y aprobación desigual de la riqueza a escala mundial” 9 los países “subdesarrollados” se ven precisados a importar necesariamente tecnología de los países altamente industrializados lo que dificulta el crecimiento de sus fuerzas productivas internas y la propia acumulación de capital. Ciertas explicaciones a dichos problemas pueden ser los siguientes:
  • El intercambio desigual entre el precio más elevado de los bienes tecnológicos (o de capital) importados frente al menor precio de los bienes primarios (o materias primas) exportados.
  • La falta de personal técnico de alto nivel para la operatividad de un conocimiento patentado, obliga al comprador de la patente a importar también dicho personal.
  • La falta de controles fiscales favorece la sobre ganancia de las empresas transnacionales.
  • El incremento en la destrucción de suelos y de ecosistemas por el uso de tecnologías agrícolas producidas para climas templados en zonas tropicales.
  • La importación de tecnología agudiza el proceso inflacionario pues aumenta el costo de producción y disminuye los salarios. Además, la tecnología automatizada impide la obtención de empleo a una población que crece a ritmos más acelerados que en los países industrializados.
Como la ciencia se ha convertido en la más importante fuerza productiva, la producción y aplicación tecnológica del conocimiento científico, no solamente ha provocado el desplazamiento de la fuerza de trabajo, sino que ese mismo conocimiento se ha ido convirtiendo en el mejor instrumento de dominio y explotación de los países ricos sobre los pobres. Por eso ninguna autonomía puede existir sin un sistema científico-tecnólogico propio integrado a la producción, y sin la distribución del conocimiento y de los medios de producción entre las clases trabajadoras.
En México durante el cardenismo, la modernización industrial realizada mediante la estrategia de sustitución de importaciones, llevó a la nacionalización de los energéticos y a la fundación de centros de educación superior y de investigación científica y técnica como la UNAM, el IPN y PEMEX. Sin embargo, estas instituciones fueron insuficientes para generar una política científico-tecnólogica conectada al sistema productivo. A partir de 1940, el proyecto nacionalista se fue subordinando a los intereses  de la burguesía industrial, financiera y agrícola conectada al capital extranjero, argumentando que la atracción de dicho capital se debía a los altos aranceles establecidos por la sustitución de importaciones, aunque en verdad se debía a una falta de infraestructura científico-tecnológica que soportara dicha estrategia de desarrollo.
En el año de 1967 los presidentes de América Latina se reunieron en Punta del Este para discutir por primera vez una política científico-tecnólogica que apoyara al desarrollo económico y social dentro de sus países latinoamericanos. Esta reunión surgió como parte de los objetivos de justicia social y de soberanía nacional establecidos por la ONU. Paralelamente se formularon o reformaron las leyes sobre comercialización de tecnología, inversiones extranjeras, trasferencia de tecnología y patentes.
Dentro de este marco internacional se constituyó en México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) a fines de 1970. Desde su fundación CONACYT, estableció un programa de becas para estudios de pos-grado en el país como en el exterior, y orientó fondos a proyectos individuales como institucionales para el fomento de la investigación. Así mismo, se promovió el “servicio nacional de información y documentación científica y tecnológica”. A fines del sexenio de Luis Echeverría surge el Plan Nacional Indicativo de la Ciencia y Tecnología”, el cual establece algunos lineamientos para alcanzar un desarrollo científico. También se abrieron ciertos canales de participación política a miembros de la comunidad científica mexicana buscando generar consejos y su aceptación.
Además, durante este gobierno el poder legislativo aprobó a fines de 1972 la ley sobre el Registro de Transferencia de Tecnología y del Uso y Explotación de Patentes y Marcas. Para la aplicación de dicha ley se creó el Registro Nacional de Transferencia de Tecnología. En 1973, nace la Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular de Inversión Extranjera y en 1976 se reforma la Ley de Propiedad Industrial, creada desde 1942. Si bien, por medio de tales leyes se buscaba minimizar las condiciones adversas de la importación tecnológica  e inversión extranjera en este rubro, no por ello, se estaban creando las bases para establecer en México la independencia cientifíco-tecnológica. El Estado mexicano ni siquiera se atrevió a ejercer control sobre los sectores productivos estratégicos como el alimentario o el químico-farmacéutico.
La crisis económica que afectó a México  a partir de 1975 y el fortalecimiento de la iniciativa privada nacional y extranjera fueron elementos que llevaron a José López Portillo a desechar el Plan Nacional Indicativo y elaborar un Programa Nacional de Ciencia y Tecnología. Aunque éste pretendía articular la ciencia y la tecnología a las necesidades productivas del país, el Plan Nacional abandonó la idea de una política científico-tecnológica explícita para México. Por ello, se declaró que primero se tenía actuar sobre el sistema de precios.
Como Programa Nacional de la Ciencia y la Tecnología también excluía a la comunidad científica mexicana en la formulación de tal política. Por ello, los profesores e investigadores del país crearon organizaciones políticas y líneas de investigación independientes de los inetereses gubernamentales y de la iniciativa privada, pusieron en duda “la producción y aplicación de conocimientos para el desarrollo de las fuerzas productivas en un contexto social de opresión y explotación”10. También surgió entre ellos la necesidad de integrarse a los movimientos democráticos para difundir entre el pueblo mexicano una cultura científica que incluyera la formación de un pensamiento crítico hacia las ciencias exactas y naturales que evitaría que ellas siguieran siendo un instrumento legitimador de la explotación y que en cambio, la ciencia en general sí se convirtiera en un medio de producción y de apropiación de la riqueza en beneficio efectivo de toda la población.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS

Durante la segunda mitad del siglo XX, los medios de comunicación masivos, como la prensa, la radio, el cine y la televisión, adquirieron creciente importancia. Esto se debió en gran medida a la aplicación del avance científico y el perfeccionamiento tecnológico en las comunicaciones; sobre todo, la radio y la televisión penetraron en  todo el mundo, y podemos decir que su influencia ideológica es decisiva, ya que establece pautas de comportamiento entre los individuos.
En varios países, la industria de la información está en manos de empresarios privados, generalmente organizados en monopolios transnacionales -como la International Telegraphic and Telephone (ITT)-, cuyos productos culturales circulan por todo el mundo como cualquier mercancía y les da gran poder sobre la opinión pública internacional. En otros países, el Estado tiene cierto manejo ideológico-político de los medios de información y comunicación, integrado al interés mercantil de los grupos económico y políticos. Son precisamente esos grupos los que hacen a un lado las funciones sociales que deberían cumplir, y así marcan el rumbo que han de seguir los medios de comunicación.
En México, la presencia de los medios de comunicación, también constituyeron un vehículo de apoyo a la política de unidad nacional y de impulso al modelo exógeno de modernización industrial. Decía el presidente Alemán: “Mas que inquietudes políticas, lo que el país necesita es trabajar”. A través de ellos el sistema político mexicano, durante el periodo que se viene analizando, fue imponiendo el modelo cultural e ideológico pertinente para el despliegue de una sociedad asentada principalmente en las grandes ciudades y consumidora de los productos emanados de la industria nacional y extranjera, abierta a la penetración ideológica de nuevos valores “modernizantes” que irían creando un profundo desprecio entre la burguesía y la pequeña burguesía nacional, hacia el rescate critico de la tradición cultural.
La radio, el cine y desde los años cincuenta la televisión, deberían crear “la certeza de pertenecer a una colectividad cálida y bullanguera, cuyos ídolos fueran exactas proyecciones anímicas del pueblo” y que ésta entendiera que “la política en definitiva no es cosa suya”.

RADIO.  Desde los primeros años de la radiodifusión en México, ésta fue utilizada por el gobierno como el medio informativo y propagandístico más idóneo, y en muy poco tiempo, la radio alcanzó una gran penetración en la sociedad mexicana. Por eso, en 1942 el presidente Ávila Camacho informaba por radio sobre la decisión de su gobierno para que México, interviniera en el segundo conflicto mundial a favor de los aliados. En los años 40 se fue privatizando el servicio radifónico, en 1947 se introdujo la frecuencia modulada y en 1965 un sistema de microondas.
Las diferentes radiofusoras como la XEQ o la XEW difundieron la música popular expresándose en la canción ranchera con Lucha Reyes, Jorge Negrete y Pedro Infante; en los boleros de María Luisa Landín y Daniel Santos; Pérez Prado en el mambo; Acerina en el danzón. En 1960 el éxito correspondió a Javier Sólis quién suplió la  ausencia de Pedro Infante; también destaco Lucha Villa. Se oye Jazz con Mario Patrón, Juan José Calatayud y Tino Contreras. El aparato estatal mediatizó el rock por considerarlo subersivo y disolvente, adoptando por la vía comercial a los rockanroleros. En 1964 llegaron de la frontera Javier Batiz, Armando Nava con Ios Dugs Dugs y los Sinners; estos grupos que centraron su actividad en los cafés Rusers, Harlem, Hullaballoo y otros.

CINE. Entre los años treinta y sesenta, el cine constituía otro de los vehículos pedagógicos de apoyo a la unidad nacional. En él, se identificaban la burguesía y los marginados capaces de llorar y de sufrir. Con el capital otorgado por el Estado a través del Banco Cinematográfico (fundado en 1941) y la Ley de la Industria Cinematográfica (dictada en 1949) que regulaba esta actividad, se inicia la llamada “época de Oro” del cine nacional. De esta manera se incrementó la producción y algunas películas como “Flor silvestre” del Indio Fernández o “Nosotros Los Pobres” de Ismael Rodríguez alcanzaron fama internacional. En el “cine populista” destacaron Pedro Infante, Jorge Negrete, Pedro Armendariz, Lilia Prado, entre otros; María Antonieta Pons, Ninón Sevilla y Meche Barba en el “cine de rumberas”; Cantinflas, Joaquín Pardavé y Germán Valdés “Tin Tan” en la comicidad.  El apoyo estatal hacia esta industria continuó, y en 1960 el Estado compró dos de las más importantes cadenas de salas de cine dentro del país.

La nueva ola francesa invadió al cine mexicano con películas de Godard, Truffaut y Resnais, así como el cine italiano que hizo presencia con Visconti, Fellini y Antonioni. Durante los años sesentas en el cine mexicano destacaron Gustavo Alatriste, García Marquez y Luis Buñuel. Luis Alcoriza asistente de Buñuel, produjo dos películas notables: “Tlayucan” y “Tiburoneros”. De igual manera surge un nuevo tipo de cine producto del éxito del rock and roll en la que se presentan ídolos de esta corriente musical como Enrique Guzmán, César Costa, Angélica María y Julissa.

TELEVISIÓN. Siguiendo el modelo norteamericano el sistema televisivo en México, desde su origen fue de capital privado, se sostuvo de la publicidad y buscó en su programación ser informativo y de entretenimiento. La primera transmisión formal la realizó el canal 4, con el informe de gobierno de Miguel Alemán en septiembre de 1954, al año siguiente nace el canal 2 y se integra el canal 5 en 1952. Los tres canales quedaron en una sola empresa que adquiere el nombre de Telesistema mexicano y esta empresa empieza a perfilarse como gran monopolio y fabrica de enajenación en todas sus formas; se hizo notable con telenovelas, viejas series de televisión estadounidenses (como los Intocables, Combate y Yo quiero a Lucy) caricaturas y algunos programas de variedades como el del Loco Valdés.
Para este momento la universidad y el politécnico luchan por tener la concesión de un canal televisivo cultural, y a principios del sexenio de López Mateo, se le otorgó ésta al Instituto Politécnico Nacional. Así nació el canal 11, como el primero en su género de toda América Latina. Con la Ley General de Radio y Televisión promulgada en 1960, se considera que ambos medios serian de interés social. Es así, como el Estado adquiere concesiones (en un 12.5% de la programación) para difundir programas educativos. En 1966 se iniciaron las programaciones de Tele Secundarías. En 1965 las transmisiones ya se hacían por vía satélite, lo que permitió que las olimpiadas de 1968 fueran vistas, través de éste medio por más de 600 millones de personas. Al finalizar los años sesentas ya era generalizada la transmisión a color.


LA PRENSA. La prensa de los cuarenta y principios de los cincuenta estuvo dominada por notas de tinte anticomunista que se vieron fortalecidas por las presiones políticas y económicas que el gobierno de los Estados Unidos ejerció sobre los gobiernos mexicanos a raíz del conflicto bélico mundial y las tensiones económicas, político, militares derivadas del fin de la guerra y en el inicio de la Guerra Fría como expresión real de la bipolaridad entre el capitalismo y el socialismo. Destacan las notas deportivas que narran los éxitos taurinos de Arruza, Fermín Rivera, Capetillo, Procuna y Joselito Huerta; el futbol soccer con los partidos y los equipos del momeno: Atlante, Zacatepec, Oro, Marte y Guadalajara; el clásico americano entre Politécnico y Universidad en la Ciudad Universitaria y en beisbol el clásico entre los equipos capitalinos: Tigres y los Diablos rojos, notas que eran comentadas en diarios como: el Esto, Ovaciones y la Afición.  Mientras que los periódicos Excelsior, Novedades y El Universal continuaban la línea conservadora de la mordaza y el embute o soborno; el periódico más popular era la Prensa sobre todo por su nota roja. Más tarde aparecerá Magazine de Policía y Alarma. Otras revistas de entretenimiento y manualidades eran: Hoy, MañanaRevista de Revistas, Paquita ySocial. Desde los cincuenta y hasta la década de los sesenta aparece en la prensa mexicana, una corriente intelectual y cultural de tintes contraculturales distinta de las décadas anteriores en la que se incrementan las manifestaciones de crítica antigubernamental ante la exaltación del fenómeno histórico de la Revolución Cubana y los movimientos de Liberación Nacional en Asia, África y América Latina.
Así destacan revistas como Siempre de José Pagés Llergo con la nota irónica de los caricaturistas: Carreño, García Cabral y Frexre, la Revista Política de Manuel Marqué Pardiñas, de espíritu combativo (artículos y reportajes que el resto de la prensa ignoraba), en la que escriben: González Pedrero, López Camara, Flores Olea, García Márquez y otros destacados escritores. La difusión de la cultura como la de la riqueza va acompañada con ciertos matices críticos al sistema pues se concentro en unos pocos y fue difundida en pequeños círculos intelectuales y elitistas en suplementos culturales como: México en la Cultura con Fernando Benítez, La Cultura en México con Benítez, Carlos Fuentes, Emilio Carballido, Elena Poniatowska, Arreola y Carlos Monsivais.
Aparece el periódico El Día, bajo la dirección de Enrique Ramírez y Ramírez con un discreto tinte de izquierda, así como la aparición de revistas de “monitos” de humor como La Gallina en donde analizan y critican los acontecimientos nacionales e internacionales. Surgen las revistas críticas de cine donde se ironizaba y hacia mofa de las películas provenientes del cine nacional, denunciando la corrupción de los productores y la mala o buena calidad de las películas; así mismo se denunciaban los abusos de la censura y criterios atrazados y absurdos del cine nacional, en los que destacaban las observaciones de García Riera, Jomi García Ascot, José De la Colina, Juan José Gurrola en revistas como: Nuevo Cine, La Semana en el Cine, Snob.
Las historietas más sobresalientes en este período fueron La Familia Burrón, Lágrimas, Risas y Amor; Chanoc; Kalimán el Payo, agregandose de las estadunidenses: La Pequeña Lulú, Lorenzo y Pepita,El Pájaro Loco, Supermán, Batman, entre otras. Destacaron también Los Supersabios de Germán Butze y Rolando el Rabioso de Gaspar Bolaños. Tuvo mucho éxito la novela semanal de Yolanda Vargas Dulché, las fotonovelas y las revistas femeninas y masculinas como Kena, Claudia de México, Rutas de Pasión y  otras que confinaron a la mujer a cocina, a la costura, a los chismes de los artistas y la vida de ricos y aristócratas, para los hombres surgieron las revistas D´Etiqueta y Caballero; así como publicaciones humorísticas y didáctico-políticas como las de Rius, la revista Mano de influencia estadunidense con escritores como Gustavo Sainz, Nacho Méndez y Sergio Aragonés.

ARQUITECTURA

ARQUITECTURA

Desde los años treinta se impusieron formas de estilo francés, como el “art dé co”, con elementos mexicanistas adoptados por el arquitecto Suárez. Prevalece el Funcionalismo como expresión arquitectónica, diseñando y produciendo para un espacio social en casas, hospitales, mercados, escuelas y edificios públicos y privados. Se edifica con nuevas fórmulas espaciales y tecnológicas combinando el proceso de modernización cosmopolita, reclamado por una burguesía dominante y que se expresaba en la necesidad de edificios y ciudades, y promoviendo la producción inmobiliaria como una forma más de acumular riqueza. El Estado apoyó a la arquitectura porque le ayudó a consolidar su legitimación. Destacaron en esta disciplina: Villagran García O’Gonan, Luis Barragán, Mario Pani, Enrique Yánez, entre otros.

LAS ARTES PLÁSTICAS

La sensibilidad plástica ha sido una constante en nuestra cultura. Sin embargo, sólo a partir del nacionalismo generado después de la Revolución y mediante el muralismo, pudo ser posible el arte mexicano con prestigio internacional. Gente joven que ha viajado a las grandes ciudades de Europa, ha asimilado estilos de vida, influencias artísticas, intelectuales e ideológicas. En el campo de la pintura el movimiento muralista se convirtió en la experiencia más interesante. Los tres grandes del Muralismo fueron: José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera.
De este modo, el muralismo se fue convirtiendo en uno de los pilares de la cultura nacional proclamando una pintura que llegara a la conciencia del pueblo; los artistas proponían un nuevo lenguaje que les permitiera expresar el momento que se estaba viviendo. Pero, en 1950 Octavio Paz exaltaba la obra de Rufino Tamayo, por salirse del dogmatismo de los muralistas; y en 1956 surgió en nuestro país, el arte abstracto, tan rechazado por la corriente intelectual que se apegaba al realismo nacionalista por considerarlo producto de la invasión cultural yanqui. Pero la verdad era que la cultura estadounidense se mezclaba con la nacional. El golpe final al muralismo se dio con la generación de la “ruptura” (1957-1962), las inquietudes de jóvenes pintores se plasmaron en sus obras, con artistas como: Vlady, José Luis Cuevas, Vicente Rojo, Manuel Felguerez, García Ponce, Alberto Gironella, Francisco Corzas, Francisco Toledo, entre otros.
La escultura no tuvo el mismo auge que la pintura; representaba un gran costo la compra de materiales requeridos para la creación de este tipo de obras, pues se vivían las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, como la crisis económica internacional. La escultura tuvo pocos representantes, pero destacan, sobre todo en la talla en madera: Mardonio Magaña, Fidias Escobedo, Guillermo Ruíz, Ignacio Asunsolo, Germán Cueto y Ortiz Monasterio.

UNIDAD NACIONAL Y CULTURA EN MÉXICO

UNIDAD NACIONAL Y CULTURA EN MÉXICO

La cultura representa una parte importante en la visión ideológica de una sociedad. Desde el triunfo de la Revolución de 1910 y, particularmente a partir de 1940, el Estado ha hecho de nuestras formas de expresión cultural un instrumento eficaz, aunque, contradictorio para el logro de la ”Unidad Nacional”. Dicha política unificadora, es encaminada a contribuir con el progreso económico y la estabilidad política. La Unidad Nacional es la agilización de las divergencias políticas e ideológicas de los diferentes grupos que integran la sociedad mexicana, a través de la consolidación de un Estado fuerte y conciliador de intereses que ha evitado mediante mil formas que la paz y la armonía alcanzada en la modernización industrial, se vea perturbado. Con este contexto, la cultura se fue convirtiendo en un factor legitimador y conciliador que impidiendo cualquier examen crítico de la tradición o de la modernización, atenúa o desaparece todos aquellos elementos que eviten la consolidación de la ideología del aparato estatal.
Esto quiere decir que el sistema político mexicano ha “modelado” y “acomodado” a sus propios intereses -sin muchos prejuicios- interpretaciones ideológicas, artísticas y culturales radicalmente encontradas.
“En este tipo de cultura intervienen, en forma casi desprovista  de preocupaciones jerárquicas, las interpretaciones y traslaciones intelectuales y artísticas del sistema actual de poder y su origen armado; la ideología educativa; el panorama de la historia oficial; el modo de vida fundado en la consolidación y el equilibrio ideológico; el patrocinio moderado y caótico de las artes; el exceso pétreo y marmóreo de un arte oficial que consagra y magnifica al Estado”.7
Aunque cabría señalar que todo ello desemboca en un nacionalismo cultural (que debe cohesionar la colectividad) exento de elementos organizativos y sistematizados contra la penetración de lo externo superficial y consumista: cultural neocolonial y, ubicación crítica de la alta cultura. Esto último ha sido en gran medida, el resultado de la dominación imperialista, particularmente estadounidense adoptada por nuestro pueblo de manera masiva e irracional a través de los diferentes medios de comunicación. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, la administración de Ávila Camacho (1940-1946) propicia a través de los medios de comunicación, una verdadera ola de opinión contra el protestantismo y comunismo.
La afluencia de capitales extranjeros propiciada por los funcionarios alemanistas (1946-1952) no sólo generó la desnacionalización económica, sino también la desnacionalización ideológica revolucionaria. Los intelectuales son gobiernistas, para ellos la cultura se construye en la estabilidad. Por  eso, la crítica realizada por el economista Jesús Silva Herzog y el historiador Daniel Cosió Villegas acerca del aburguesamiento de la Revolución Mexicana fue causa de importantes polémicas. La cultura y el arte nacional tendrían que adecuarse a la cultura colonialista occidental. Se consideraba de mal gusto referirse a la lucha de clases, sólo se permite dicha referencia si ésta se hace en tono mítico o demagógico. En el gobierno de Ruíz Cortines (1952-1958) el desafío nacionalista sin referentes internos lleva al movimiento intelectual clasemediero, hacia la consolidación de que el muralismo (la mejor manifestación del nacionalismo cultural) se había institucionalizado, y a buscar en el exterior los  elementos pertinentes para la internacionalización. En los cincuenta se va instalando masivamente y en medio de una aparente tranquilidad, una nueva identidad que prescinde de lo “sui generis”, de la tradición cultural. La idea de lo “mexicano” va siendo desplazada por la ida de ser ”moderno” y “contemporáneo” al resto de la humanidad. Según señala Carlos Monsiváis, este desarraigo “se configura a través de instancias diversas”.
Bajo la administración de López Mateos (1938-1964), el proceso de asimilación del ”american way of live” que había imperado en la práctica, logra institucionalizarse. Entre 1959 y 1968, los grupos culturales no quieren saber nada de revolución, del análisis de la tradición, más aún, lo que buscan es la ruptura con aquellos para integrarse a la modernidad social, cultural y sexual. Tampoco es de su interés la modernidad política. Sólo unos cuantos resienten la brutal represión hacia los ferrocarrileros durante el año de 1959. Para ellos, la ciudad es la cultura y la provincia -que es un elemento decorativo- se subsume románticamente a la ciudad. En la nueva cosmovisión tecnificada de la burguesía, el psicoanálisis desplaza, parcialmente a la religión. A través del cine se esparce la idea reverencial de la cultura, del intelectual y del artista
En los sesentas la cultura se convierte en una de las técnicas más idóneas para alcanzar el proyecto de modernidad, la otra, era la idea de vivir el instante a ritmo de rock, de los Beatles o de los Doors. Se fue creando en México lo que podría ser llamado un desarrollismo cultural, donde los contextos nacionales no tendrían mayor influencia. La máxima aspiración seria la universalidad. Además, por influencia de la Revolución Cubana y de escritores como Jorge Luis Borges proponen formas diferentes de política cultural donde se da una mezcla de tradición y de ruptura, de literatura y realidad, es decir de compromiso y utopía. Aunque en medio de un clima de intranquilidad, provocado por el gobierno contra el movimiento magisterial (1938), ferrocarrilero (1958). campesino (1962), de los médicos (1965), movimiento de liberación, o, contra las manifestaciones a favor de la Revolución Cubana, o, por la intervención de los Estados Unidos en Viet Nam, y el movimiento estudiantil (1968), se fue fortaleciendo en un sector de la intelectualidad mexicana, la tradición de la investigación crítica, como en la obra de Pablo González Casanova “La Democracia en México” o en la obra de Gastón García Cantú, “Utopías Mexicanas”.

MOVIMIENTO POPULAR

MOVIMIENTO POPULAR

a)      MOVIMIENTO CAMPESINO
Un rasgo distintivo del cardenismo fue su profunda preocupación por el problema agrario debido a la situación de tensión y conflicto creciente que existía en el campo y que se expresaba en constante invasiones de tierras, por ello, uno de los ejes fundamentales de la política cardenista fue el promover el reparto agrario y el ejido colectivo como base fundamental, no sólo, del desarrollo agrario sino como unidad productiva del desarrollo económico del país, objetivo que logró en 1940 cuando el volumen de la producción agraria se incrementó en 71.5%. Esta situación se favoreció aún más con la demanda interna y las exportaciones de alimentos, materia primas y bienes de exportación.
Más allá de resolver el problema de la tierra, el régimen cardenista buscó concretar el desarrollo capitalista en aquellas regiones del país en donde el dinamismo de los cultivos hiciera rentable el capital, impulsando un capitalismo del Estado. Por ello no vacilo en designar importantes cantidades de inversión pública: en 1934, 10 millones, en 1940, 45 millones de acuerdo con estos datos hubo un incremento del 350%.
Después de 1940 esta situación se modificó sustancialmente en relación con el cardenista ya que esta actividad fue sacrificada para favorecer a las necesidades del desarrollo industrial. En cuanto al reparto agrario este se redujo después del cardenismo o bien hubo sexenios que incrementaron la cantidad de tierras repartidas, pero la calidad de éstas dejó mucho que desear. Así sucedió en los sexenios de López Mateos con 8, 870 430 hectáreas, de la cuales sólo el 19% eran cultivables y en el de Díaz Ordaz, se repartieron 24,738 199 hectáreas, de las cuales eran cultivables sólo el 8%. Por otra parte el desarrollo agrícola buscó satisfacer la demanda de alimentos y materia primas que la industria misma y las exportaciones requerían de la misma manera que proveyó de divisas necesarias para la importación de herramientas, maquinaría y tecnología, así como  de la mano de obra destinada a la industria, los servicios y la agricultura capitalista en detrimento de la agricultura ejidal y campesina. De esta manera el deterioro del campo condujo a un gran malestar que sé manisfestó en movimientos de protesta con el que constituyó la Liga Nacional Campesina “Ursulo Galván” y el movimiento guerrillero de Rubén Jaramillo en 1943.
Al finalizar la década de los cincuenta se intensificaron las movilizaciones independientes y al margen de la central gubernamental principalmente en el norte del país. Estas movilizaciones fueron encabezadas por la UGOCM al frente del cual se encontraban los líderes Jacinto López y Felix Rubio. Estas acciones obligaron al presidente López Mateos a reiniciar el reparto agrario como garantía para mantener la estabilidad del país. Durante este sexenio el líder agrarista Rubén Jaramillo impulso los trabajos para construir la CCI y promovió el reparto de los predios de Guarín y Michapa en el estado de Michoacán. Para los años sesenta nuevas manifestaciones de descontento se dieron en los estado de Veracruz, Chiapas, Coahuila, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y el Estado de México. En el estado de Guerrero se formo la Asociación Cívica Guerrerense que será brutalmente reprimida. En 1961 el Movimiento de Liberación Nacional (MNL)., se vinculó a la lucha popular campesina impulsando un Congreso Constituyente en la ciudad de México al que acuden campesinos de la CCI; disidentes de la CNC y miembros del Partido Comunista Mexicano. Más tarde la CCI;  la CCI se divide en dos fracciones: una que ingresa al PRI y otra que permanece independiente.
Una serie de políticas fueron adoptadas por el gobierno federal para contrarrestar fuerza al malestar social: incorpora a los cañeros al IMSS; constituye el Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI); instaura los desayunos escolares en la primaria; crea el Fondo Nacional de Fomento Ejidal; la Aseguradora Nacional Agrícola Ganadera y la Compañía Nacional de Subsitencias Populares (CONASUPO); promulga la ley se semillas mejoradas (PRONASEA); negocia créditos con la Alianza para el Progreso (ALPRO) con el fin de impulsar la llamada “Revolución Verde”. 
Con Gustavo Díaz Ordaz la situación del campo se agrava, el país entra en una crisis agrícola pues la taza de crecimiento en el campo fue del 1% mientras que el ritmo de crecimiento de dicha actividad fue del 3.2% anual, así mismo el estancamiento del reparto agrario, el abandono de la actividad agrícola, la falta de inversión pública, el congelamiento de los precios de garantía de los principales productos agrícolas, la política gubernamental de impulsar el cultivo de productos no básicos, el crecimiento y expansión de la ganadería en tierras de cultivo básico y la cada vez más grande participación de inversiones extranjeras en la actividad agroindustrial: hicieron que nuevas manifestaciones de descontento se dieran entre 1965 y 1970 en Puebla, Hidalgo, Tamaulipas, Durango y Sonora; estas movilizaciones encabezadas por la CCI constituirían un Comité de Defensa Popular en Chihuahua. En Puebla se formo el frente Obrero Campesino Estudiantil Popular; en Ciudad Madera Chihuahua se dio un asalto en este cuartel; en Durango la lucha por el reparto del predio de Santa Teresa; en Guerrero 80 campesinos copreros son asesinados; en este mismo estado se da la lucha de la Asociación Cívica Guerrerense más tarde Asociación Cívica Nacional Revolucionaria encabezada por el profesor Genaro Vázquez Rojas; nace el movimiento guerrillero llamado Partido de los Pobres y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento encabezada por el profesor Lucio Cabañas Barrientos; en Yucatán se dan los movimientos ejidatarios de 1966 a 1969 y cientos de insurrecciones más a lo largo del país. Estas manifestaciones dejaban claro que la estabilidad política sólo era supuesta, pues el deterioro de la vida de los trabajadores de país era evidente.

b)      MOVIMIENTO OBRERO
Aunque las organizaciones sindicales estaban bajo control del Estado y el movimiento obrero independiente se hallaba disperso, las pésimas condiciones de vida y la falta de democracia sindical provocaron el descontento generalizado principalmente entre los trabajadores ferrocarrileros, petroleros, telegrafistas y entre los maestros de primaria del D. F.
En el sector ferrocarrilero la burocracia sindical que se había apoderado del sindicato desde el período alemanista, a través, de la represión por Díaz de León (el “charro”) contra los ferrocarrileros, la falta de democracia  y el deterioro de los salarios, más acentuado en este sector, provocaron la incoformidad. Por eso ante la negativa de incremento salarial (pactado por alguno miembros del Comité Ejecutivo) decidieron en asamblea general realizar paros escalonados el 27 y 28 de junio de 1858. El gobierno ordenó el cierre da las instalaciones, muchos obreros fueron encarcelados y una manifestación de solidaridad recibió el ataque de policías. Los ferrocarrileros respondieron con un paro más largo, el 29 de junio. El presidente Ruíz Cortines ofreció un aumento salarial, que aunque menor, a la demanda inicial fue aceptado por los obreros. Sin embargo, los ferrocarrileros entraron a una nueva etapa: la búsqueda por la democratización del sindicato. Durante la VI Convención Nacional Extraordinaria, realizada el 12 de julio, los delegados secciónales destituyeron al Comité Ejecutivo y, allí nombraron un nuevo quedando como secretario al general Demetrio Vallejo. Ante la negativa de la empresa por reconocer al nuevo Comité Ejecutivo, los trabajadores llamaron a un paro indefinido con las siguientes demandas: Liberación de los presos políticos, reinstalación de despedidos, pago de salarios caídos, retiro de las tropas de los locales sindicales y sobre todo, la elección democrática del Comité Ejecutivo.

c)       MOVIMIENTO MAGISTERIAL Y MÉDICO
El origen del conflicto magisterial fue producto de las condiciones salariales y de trabajo que habían conducido a los maestros al deterioro de sus condiciones de vida, así como a la necesidad de impulsar procesos de democratización sindical. El conflicto se inicia en Abril de 1958 cuando los maestros de escuelas primarias del Distrito Federal, son brutalmente reprimidos en una marcha; razón por la cual  convocan a otra mancha y un paro de labores por la solución de sus demandas salariales. Ante la negativa de las autoridades el movimiento revolucionario del Magisterio MRM encabezado por el profesor Othón Salazar toma las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública exigiendo la solución del conflicto. En junio del mismo año se soluciona aparentemente otorgándole a los maestros un aumento salarial, así mismo, el reconocimiento oficial de su nueva dirigencia sindical independiente.
Sin embargo en 1960 el comité nacional del magisterio dirigente del SNTE en contubernio con el gobierno del presidente López Mateos desconoce y destituye a la dirigencia de la sección IX, motivo por el cual renace la insurgencia y movilización magisterial que toma como punto de reunión de esta agitación a la Escuela Nacional de Maestros. El conflicto finalmente es resuelto ante el malestar y la inconformidad de los maestros; se clausura el comedor y el internado. Como respuesta a este acto represivo, la dirigencia sindical de la sección IX convoca a una marcha que es disuelta por la policía de la misma manera en que el movimiento es aplastado por el ejército, sus dirigentes son encarcelados.
El proceso de acumulación de capital que el desarrollo económico industrial generó en nuestro país lo llevo a impulsar un importante proceso de urbanización en el que quedaron vínculados los servicios públicos que el Estado mexicano debía proporcionar a la población, el crecimiento de las ciudades y la necesidad de consolidar una clase media que a través de su trabajo y servicios satisficiera las demandas exigidas por la población. En este sentido las clases medias participan en el juego de las relaciones de poder como correas de transmisión del poder del Estado para hacer posible sus funciones de dominio, dirección política y administración social.
Ostentosamente la clase media pasará a formar parte de una burocracia más estatal que privada que llegará a ocupar puestos públicos de una mediana, alta y poca jerarquía como funcionarios de las diferentes secretarias de Estado, gozando de prestaciones, ventajas y privilegios que el gasto público les designe para satisfacer sus múltiples demandas de bienes y valores necesarios para imitar los modelos de la clase dominante y las formas y modos de la vida del extranjero; la clase media será la privilegiada y consentida del estado.
Sin embargo, esta situación no duró mucho tiempo y pronto se modificó debido a que a fines de los años cincuenta, las condiciones contractuales salariales y de vida de la clase trabajadora se vieron favorecidas por la política laboral y social del Estado, a diferencia de los sectores medios que vieron pauperizarse sus salarios y sus condiciones de vida al mismo tiempo que se proletarizaban. En ese contexto de desarrollo el movimiento médico de 1964 y 1965. Aunque el sector médico fue uno de los sectores que más expansión tuvo en el área de servicios, esta expansión no coincidía ni sus salarios ni sus condiciones de trabajo y de  vida por lo que la mayor parte de los médicos que trabajaban para las instituciones de salud pública tenían. La búsqueda de mejores condiciones de trabajo les llevaría a estallar un paro al final del sexenio del presidente López Mateos (1964), a formar la Asociación Mexicana de Médicos Residentes e Internos A.C. (AMMRI), y un pliego petitorio en el que exigirían:
a) La firma de un contrato colectivo de trabajo (sustituyendo al contrato-beca) para los médicos residentes e internos en el que se reconociera la antigüedad y el escalafón.
b) Un incremento salarial.
c) La reinstalación de los despedidos.
d) No a las represalias.
e) El derecho de los médicos egresados a ocupar las plazas en los hospitales e instituciones donde hubieran prestado sus servicios.
Veinte días después y bajo la promesa de dar solución a sus demandas los médicos levantaron el paro. Sin embargo, las autoridades gubernamentales no cumplieron su palabra ante lo cual nuevamente estallan dos paros. Los paros son levantados  con la promesa de dar solución a sus peticiones, pero en lugar de soluciones encontraron la represión y el desvirtuamiento de su movimiento a través de la prensa, acto seguido  constituyen la Alianza de Médicos Mexicanos (AMM) inician en agosto de 1965 una huelga buscando soluciones. Nuevamente la respuesta es: la violencia, la represión, el encarcelamiento y el boletinaje de listas de médicos involucrados en el conflicto laboral para no ser contratados en otros hospitales. Esta sería la tónica que el presidente Díaz Ordaz asumiría para resolver cualquier conflicto político-social.


d)  MOVIMIENTO ESTUDIANTIL
Siguiendo mi rastro ladraba un bulldog
mascando mis huellas se las devoró
sudando y dejando llegué al comedor
por pura venganza me comí un hot dog.
Rastreando a mi cuate la tira ladró
cuando era estudiante fue aquel apañón
mi amigo enemigo de la corrupción
de puro coraje ora es senador.
Y el 68 todos saben que
sólo hubo olimpiada recuérdenlo bien
medallas de oro para el pelotón
la racia de bronce la sangre regó.
Jaime López

Para entender el fenómeno político-popular que encerró el movimiento estudiantil de 1968 es necesario señalar sus antecedentes inmediatos: las organizaciones estudiantiles. Éstas se pueden ubicar, como lo señala Raúl Álvarez Garín, aproximadamente a finales de los años cincuenta, periodo en que fue creada Vanguardia Revolucionaria, organismo estudiantil del Instituto Politécnico Nacional, promovido en sus orígenes por militantes del Partido Comunista Mexicano y el Partido Obrero Campesino.
Dicho organismo, integrado por estudiantes politizados, analizaban los problemas más urgentes de las instituciones educativas: vigencia de los programas de estudio, autoritarismo institucional, recursos destinados a la educación, además de apoyar las manifestaciones obreras y campesinas que se suscitaban en esos años, así como el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. Ésta, tuvo efectos estimulantes sobre amplios sectores estudiantiles, como en el grupo denominado Linterna, que manifestaba un decidido apoyo a la Revolución Socialista en América Latina.
Ente 1961 y 1965 se integraron, en varias escuelas y facultades del IPN, la UNAM y Chapingo, organismos políticos estudiantiles, en los que discutían los problemas educativos más sentidos. Juventud Comunista, organismo del Partido Comunista Mexicano, se reconstruyó para albergar a jóvenes que deseaban tener una participación más directa en los problemas de su sociedad. También se crearon asociaciones en varios estados de la República.
Los fines de estas agrupaciones se concretan a la búsqueda de una reforma educativa a nivel nacional, sin olvidar los apoyos solidarios a las movilizaciones obreras y campesinas de nuestro país; sus luchas se orientaban por una educación “popular, científica y racional”.
A través de Juventud Comunista se estableció la necesidad de crear una organización estudiantil a nivel nacional que recogiera las demandas de todas las escuelas del país. Se creó la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED) que, aunque no tuvo participación en el movimiento del ‘68”, en sus años de actividad desarrolló una intensa participación estudiantil.
Todas estas organizaciones fueron estimuladas por los acontecimientos políticos ocurridos en varias partes del mundo, finales de los cincuenta y durante los sesenta. La Revolución Cubana y la imagen heroica de Ernesto “Che” Guevara influyeron en el pensamiento político estudiantil. En 1964 estalló la primera huelga de estudiantes en Berkley, California, por una educación libre. En 1967 se creó un Comité Pro Viet Nam, iniciado por estudiantes de San Francisco, California, cuyo objetivo era organizar comités en varias partes del mundo. El movimiento francés de 1968, también sirvió de estímulo para todas las organizaciones estudiantiles en el mundo.
Los antecedentes nacionales que acabamos de mencionar nos permiten tener un panorama general para explicar los antecedentes del movimiento estudiantil de 1968, en México. 1968, fue un año que provocó movimientos universitarios en muchos lugares del mundo: Praga, Tokio, Londres, Madrid, Helsinski, Roma, San Francisco, Nueva York, París, Río de Janeiro, Lima, Buenos Aires, Shangai, etc. Por lo tanto, las causas que hicieron de 1968 un año diferencial para las universidades mexicanas, no responde únicamente a asuntos internos del país. Sin embargo, es igualmente desorientador tratar de explicar 1968 en términos sólo de influencias extranjeras.

El movimiento del “68” fue un movimiento de protesta juvenil ante la rigidez, violencia e inmovilidad del sistema político mexicano. A través de este movimiento se reclamó: libertad de expresión, asociación y libertad de pensamiento que, según, los dirigentes estudiantiles, deben caracterizar a toda la universidad y todo sistema educativo. Fue un movimiento político de masas por su intensa combatividad, coherencia y actitud de confrontación ante el régimen. En México, a diferencia de otros movimientos en el mundo, se originó “por una errónea actitud del gobierno en cuanto a reprimir su supuesto movimiento que iba o que pensaba que iba a desatarse”, como declaró el rector de la UNAM Javier Barros Sierra.
Es difícil marcar el inicio del movimiento estudiantil, sin embargo, varios autores coinciden en que las manifestaciones del 26 de julio de 1968 se pueden tomar como detonante de las movilizaciones que vendrían después.
Sergio Zermeño divide al movimiento estudiantil en cuatro etapas:
  1. El inicio, que va del 24 al 30 de julio de 1968.
  2. El ascenso, del 30 de julio aI 27 de agosto.
  3. Descenso, del 27 de agosto al septiembre 18 de septiembre, fecha en que el ejercito ocupó Ciudad Universitaria.
  4. El final que va del 18 de septiembre al 14 de diciembre, cuando finalizó la huelga y se disuelve el CNH,
La primera fase de esta etapa tuvo las siguientes características: el 22 de julio, estudiantes de las escuelas vocacionales del Instituto Politécnico Nacional riñen con estudiantes de la Escuela Issac Ochotorena, preparatoria particular. Estos enfrentamientos fueron uno de los tantos que se daban en ese año. Al día siguiente, el 23 de julio, el ataque se repitió, sin tener respuesta de los estudiantes de la escuela Issac Ochotorena; los politécnicos regresaron a sus planteles. El cuerpo de granaderos intentó tomar las instalaciones de las instituciones politécnicas. Después de los primeros enfrentamientos, los directores de esos planteles negociaron el retiro de las fuerzas policiacas.
La Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) agrupación “oficial” del IPN, organizó una marcha el 26 de julio en protesta por las agresiones del cuerpo policiaco a las instalaciones del Instituto. Ese mismo día se celebró otra manifestación en conmemoración de un año más del triunfo de la Revolución Cubana. Un contingente del politécnico de la primera marcha -que se estima en cinco mil estudiantes-, se unió a la manifestación  de los procubanos y al llegar a las calles del Centro Histórico, la policía los agredió. La cercanía de las instalaciones de la Universidad en San Idelfonso propició en esta confrontación la intervención de alumnos del la preparatoria 1. La intervención de directivos de la UNAM logró que el cuerpo de granaderos se replegara.
El 27 de julio, estudiantes de la UNAM protestaron por las agresiones y demandaron la  libertad de los estudiantes en prisión. El fenómeno adquirió nuevas dimensiones y en las primeras horas de 3O de julio el ejército ocupó varias escuelas y preparatorias, los múltiples heridos y la toma de las instalaciones creó indignación entre los universitarios.
Ese día el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, a solicitud de la comunidad estudiantil izó la bandera a media asta en Ciudad Universitaria en señal de luto por los acontecimientos, que según él, “violan seriamente la autonomía universitaria”.
La segunda etapa se desarrolló como sigue: el primero de agosto, el rector universitario encabezó una manifestación numerosa entre estudiantes y profesores para protestar por la violación de la autonomía universitaria. El IPN convocó a una asamblea que reunió cerca de cien mil estudiantes, la misma cantidad que se estima en la manifestación de la UNAM. La petición que se hacia a las autoridades del gobierno consistía en que cualquier diálogo entre estudiantes y autoridades se realizara públicamente. El 9 de agosto se conformó el Consejo Nacional de Huelga (CNH), con la participación de las escuelas y facultades que ya habían iniciado el paro de labores. De esta manera se gestaba un movimiento de huelga generalizado en el nivel de educación media superior. El Consejo Nacional de Huelga fue el organismo portavoz de todas las demandas estudiantiles e instrumento de diálogo con la autoridad gubernamental.
Los principios para la conformación del Consejo Nacional de Huelga fueron los siguientes: sólo agruparía a las escuelas que estuvieran en huelga; en asamblea se designarían tres representantes por plantel y no se admitirían agrupaciones políticas, ni federaciones, sólo instituciones educativas. De esta manera se cuidaba la imagen y el carácter netamente estudiantil del movimiento.
El movimiento estudiantil estuvo conformado por tres sectores: los estudiantes jóvenes de las escuelas preparatorias; los profesionistas, integrados fundamentalmente por profesores e intelectuales y los grupos politizados de izquierda universitaria que fueron elementos protagónicos en la conformación de las bases estudiantiles en diferentes facultades de la UNAM, el IPN y la Escuela de Agricultura de Chapingo.
El Consejo Nacional de Huelga se constituyó por las siguientes comisiones: de información, brigadas, propaganda, finanzas, asuntos jurídicos y relaciones con provincia.
Los seis puntos de las demandas estudiantiles eran:
  1. Libertad de presos políticos
  2. Renuncia de los titulares de la policía
  3. Abolición del grupo de granaderos
  4. Derogación de dos preceptos de la legislación penal, definitorios del delito denominado de “disolución social”
  5. Indemnización a los familiares de los estudiantes muertos o heridos durante el conflicto y,
  6. una investigación que clarificara todos los acontecimientos.
El 27 de agosto marcharon al zócalo capitalino cerca de cuatrocientas mil personas, la mayor concentración del movimiento. En esta ocasión decidieron permanecer ahí hasta que fueran resueltas las demandas del pliego petitorio y se realizará el debate público solicitado para el primero de septiembre, día en que el presidente rendía su cuarto Informe de Gobierno ante el Congreso de la Unión. El ejército nuevamente intervino desalojando e iniciando la pequeña etapa de “paz” en la que las fuerzas del orden se habían replegado.
Dentro de la tercera etapa, el 27 de agosto se desató una tercera fase que se caracterizó por violentas hostilidades. El movimiento estudiantil perdía cohesión al manifestarse divisiones internas. Se hizo un llamado por parte del rector de la UNAM para regresar a las actividades una vez que aparentemente se hablan resuelto las demandas estudiantiles. El 13 de septiembre, una fracción del CNH organizó otra marcha, esta vez silenciosa, que reunió cerca de doscientos cincuenta mil estudiantes, llegando al Zócalo en completo orden.
El I8 de septiembre el ejército tomó las instalaciones de Ciudad Universitaria. Los motivos que argumentó el gobierno fue que éstas habían sido utilizadas erróneamente por los estudiantes. La toma de Ciudad Universitaria fue acompañada de encarcelamientos de estudiantes profesores e incluso funcionarios de la propia Universidad. Los diez mil soldados que ocuparon Ias instalaciones educativas abrieron un nuevo periodo de violencia.
En la última fase el gobierno asumía una creciente represión, la cual era enfrentada por la notoria combatividad de los estudiantes. El rector hizo un llamamiento a los estudiantes para la “defensa moral de la Universidad”, acontecimiento que fue duramente criticado, principalmente por sectores priístas y del Congreso de la Unión.
El 23 de septiembre el rector presentó su renuncia con carácter de irrevocable; no obstante fue rechazada por la junta de Gobierno de la UNAM, los profesores y estudiantes de esta casa de estudios que tampoco apoyaron la renuncia.
El 30 de septiembre el ejército desocupó las instalaciones universitarias. Sin embargo, el ala dura del gobierno logró imponer su decisión desatándose los sucesos del 2 de octubre, en un mitin convocado por el CNH en la plaza de las Tres Culturas. Díaz Ordaz llevó a los Pinos un problema policiaco de quinta categoría y lo convirtió con la represión, en una crisis nacional.
El 4 de diciembre finalizó la huelga, se disuelve el CNH y las demandas estudiantiles quedaron en el aire. En este contexto, el movimiento del 68 en México fue una respuesta ante el autoritarismo y el estrechamiento progresivo del espacio político en México. La estrategia política del periodo de Díaz Ordaz fue aislar radicalmente al movimiento estudiantil de los movimientos obreros y campesinos, lo que ocasionó la crisis y el desgaste en el interior del movimiento, como lo declararía años más tarde Eduardo Valle.
La represión del 2 de octubre provocó en el movimiento estudiantil la pérdida de dirigencia nacional, y su capacidad ofensiva debilitando sus mecanismos de lucha.
El Movimiento Estudiantil deI 68 también se realizó en el marco de la lucha por la hegemonía del poder político en México. Son tres los sectores que a lo largo de la vida política de México se han disputado tal hegemonía: el sector público representado por el gobierno y sus instituciones; sector privado que comprende a los empresarios, industriales y banqueros y el sector disidente constituido por partidos políticos y organizaciones obreras y campesinas independientes. El periodo de Díaz Ordaz se caracterizó por una sistemática represión contra el sector disidente, lo que permitió que los otros dos sectores se disputaran el predominio político, llegando a establecer, incluso, mutua dependencia.
El objetivo de esos dos Sectores políticos (gobierno y empresarios) fue buscar, básicamente, el desarrollo capitalista; los grupos que no compartieron tales fines fueron borrados de la vida política en ocasiones, con el más violento autoritarismo, como sucedió con el movimiento estudiantil que estaba desafiando al “desarrollismo” impuesto por el Estado y el sector privado.
Por más que el movimiento estudiantil intentó establecer vínculos con sectores de la clase trabajadora, éstos en forma firme no se realizaron. La clase obrera estaba mediatizada y controlada por corporaciones sindicales priístas. Incluso algunas organizaciones obreras tenían cierta desconfianza de los estudiantes.
El 68 mexicano, a pesar de las distinciones ideológicas internas de los grupos participantes, se ha considerado como una expresión de reformismo y modernización del sistema mexicano.
En el interior de la Universidad se sucedieron varios cambios que por su importancia no pueden dejarse de lado, a saber: el cambio de los programas de estudio, ahora el Marxismo con sus múltiples interpretaciones (maoístas, Ieninistas, troskistas, etc.) ocupaba un lugar importante en la formación educativa; cambios en el reclutamiento del personal docente y administrativo junto con una nueva orientación de la educación dirigida hacia los problemas sociales, “la educación debía estar al servicio del pueblo”.
Es en este último punto en donde se discutía, el problema de sí las universidades debían ser un  instrumento al servicio de la iniciativa privada, o se tendrían que encargar de analizar los problemas nacionales y formar cuadros donde la crítica social fuera el punto esencial de las discusiones académicas, este punto le dio un giro muy importante a la educación. Gabriel Zaid nos dice que nació una especie de puritanismo, según el cual los intelectuales que cobraban en el gobierno estaban “integrados” por los que cobraban a través del presupuesto universitario, vivían de la corrupción: ellos vendían solamente su fuerza de trabajó, eran víctimas de la represión. Otro rasgo importante heredado de las movilizaciones estudiantiles es el desarrollo de un sindicalismo independiente. El movimiento sindicalista independiente de la UNAM cobró fuerza en 1971, con la creación del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad (STEUNAM).
Después del 68 hubo ausencia de las bases estudiantiles en las asambleas de los pocos comités de lucha que quedaron en pie. Esto le permitió al gobierno recuperar el sostén ideológico y político de control hacia las clases trabajadores sometidas por los líderes charros. Efectivamente se creó una conciencia social contra la situación política existente, pero no una oposición organizada que involucrara a otros sectores de la población: obreros, campesinos, movimientos feministas, etc.